Después de las lágrimas, las sonrisas. Tras la tempestad, la calma. El mundo del deporte internacional, del baloncesto en este caso, respondió ayer en Tallin (Estonia) con la concesión a Madrid del Campeonato de Europa de baloncesto de 2007 a la polémica de los gritos racistas de un grupúsculo del Bernabéu durante el España-Inglaterra de fútbol y a las voces desesperadas e impotentes de Carod-Rovira a propósito del rechazo internacional a la selección catalana de hockey sobre patines. Dios aprieta, pero no ahoga. Madrid 2012 se había echado a temblar, porque lo que menos quiere uno cuando aspira a unos Juegos Olímpicos es este tipo de tormentas. De nuevo brilla el sol.
Polonia y Lituania, una gran potencia mundial, con delegación encabezada por Arvydas Sabonis, aspiraban también al Europeo, pero no fue necesaria votación alguna, porque cuando Madrid enseñó sus cartas, el país centroeuropeo y el báltico se dieron cuenta de que sus naipes tenían mucho menos valor, de que no se habían preparado suficientemente para la batalla.
Primero cedió Polonia y a eso de las dos de la madrugada del sábado al domingo hubo rendición en toda regla de Lituania. Madrid se quedaba con el continental de 2007 y sus rivales se contentan con los dos siguientes, los de 2009 y 2011. La labor de pasillos fue excelente. Madrid supo persuadir a sus rivales de que era preferible una retirada a una derrota estrepitosa.
La capital de España había acudido con una candidatura seria y profesional, en la que destacan las infraestructuras deportivas, las hoteleras, las facilidades de comunicación y el absoluto apoyo institucional. Esta será la primera vez que Madrid acoge un Europeo, aunque la tercera que se celebrará en España, porque Barcelona lo organizó en 1973 y 1997.
Todo el trabajo que se ha hecho para los Juegos de Madrid 2012 jugó también a favor de esta victoria, como el triunfo conseguido en Tallin jugará a favor de las aspiraciones olímpicas de la capital. Sinergia en estado puro.
En Tallin estuvieron presentes, entre otros, José Luis Sáez, flamante presidente de la Española; Ernesto Segura de Luna, presidente de Honor, y Santiago Fisas, consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid. Dieron su apoyo en un vídeo Jaime Lissavetzky, secretario de Estado; Bozidar Maljkovic, entrenador del Real Madrid, y los jugadores Felipe Reyes, Pau Gasol y Dejan Bodiroga.
Y presentó la candidatura José Antonio Montero, ex jugador del Joventut, del Barcelona y de la Selección, y ahora director de Relaciones Institucionales de la Española. Un catalán. Para que luego digan.
El Europeo se celebrará del 7 al 16 de septiembre de 2007 y tendrá como subsedes a Mallorca, Alicante y Granada, pero la fase final se disputará en el Palacio de los Deportes de Madrid, que se quemó en junio de 2001 y cuya reconstrucción estará terminada a finales de este mes. Podrá acoger 15.000 espectadores, cifra que acude ya ahora a los partidos que Real Madrid y Estudiantes celebran en Vistalegre.