Con una racha de seis victorias seguidas en la ACB, el Estudiantes va para arriba como las burbujas del cava catalán. Esta tarde, el Lleida, pone a prueba la racha del conjunto colegial, que con la séptima victoria no decidiría matemáticamente su participación en la Copa del Rey, aunque con nueve triunfos los precedentes indican que se puede estar casi con seguridad entre los ocho mejores de la primera vuelta liguera.

Además, el cuadro madrileño tiene la moral por las nubes tras el triunfo del jueves en la Euroliga: sacarle 30 puntos al Olympiacos, aunque el conjunto heleno no sea el de sus mejor época, es de tener en consideración. Lo dice Loncar: "Nos estamos recuperando del mal inicio de temporada, y aunque nos queda mucho por mejorar lo importante es que estamos ganando sin hacer grandes partidos. Si vencemos esta tarde nos acercamos mucho a la Copa, y además en la Euroliga dependemos de nosotros mismos para estar en el top-16".

Esta buena marcha deportiva estudiantil rebaja la tensión en la grada, muy activa por aquello de que en este final de año habrá relevo de presidencial, y han aparecido muchos nombres ligados a la entidad pero alejados del club que pretenden tomar el mando con fuerte contestación de los seguidores, aunque con un respaldo importante por parte del accionariado.

Relevo de entrenador.

Curiosidades del destino: la campaña anterior Alexander Petrovic suplió en el Lleida a Edu Torres, y debutó en la Liga ante el Estudiantes en Vistalegre. Una campaña después al croata le destituyen precisamente en las vísperas de jugar en Madrid ante los colegiales, y será Paco García (con una experiencia contrastadas en un amplio abanico de equipos) el que dirija al plantel catalán necesitado de triunfos.

En las filas del Lleida aparece Nacho Yáñez, es jugador del Estudiantes, que en las dos últimas campañas se ha afianzado como un valor importante.