Oberto furioso aplasta el imperio de Bodiroga

Copa del Rey | W. Barcelona 76 - Pamesa 83

Oberto furioso aplasta el imperio de Bodiroga

Oberto furioso aplasta el imperio de Bodiroga

mariano pozo / javier bellver

En el primer choque de pesos fuertes de la Copa se impuso el Pamesa Valencia, que logra plaza en semifinales y deja fuera de la competición al Barcelona. El equipo azulgrana acusó la baja de Dueñas y el mal partido de Fucka y Bodiroga. No bastó la gran actuación de Navarro y Zizic.

Esplendor y ocaso. Es el proceso ineludible de todo imperio. Al Barcelona inasequible del 2003, al coloso que logró triple corona dos años atrás, le llega la hora del declive. Sigue siendo grande, sigue siendo un equipazo, pero ya no es inabordable. Tiene puntos débiles, fisuras, y el Pamesa, potencia emergente, las aprovechó para imponerse en una dura batalla y mandar al campeón de Liga a casa.

Fue un choque intenso, denso, con más sudor que brillo. El Pamesa no tuvo una actuación perfecta (demasiadas pérdidas de balón, muchos tiros libres fallados) pero estuvo sólido en defensa y aquello le sirvió para llevar casi siempre la iniciativa en el juego y en el tanteo, ante un Barça que acusó demasiado pronto la falta de relevo en el puesto de base, la floja actuación de Bodiroga (espléndidamente frenado por Yebra), el eclipse de Fucka y la falta de talla de Devin Davis para resolver ante las torres valencianas.

Carácter. El Pamesa tomó el mando desde el comienzo, merced a un juego mucho más equilibrado en ataque. Oberto anotaba en la pintura, Yebra y Llompart resolvían por fuera. Rakocevic estaba bien frenado por Rodrigo en el Barça, pero a cambio Yebra hacía lo propio con Bodiroga. Y la situación empeoró para los azulgrana cuando Ilievski hizo la segunda falta ya en el primer cuarto. A partir de ahí la batuta voló de mano en mano, la orquesta desafinó, se acabó el bloque. Todo quedó en manos de las individualidades.

Y el Barça las tiene. Por eso, aunque el Pamesa dio ya un tirón a 12 puntos en el segundo cuarto (30-42), Zizic y Navarro mantuvieron al equipo, el primero de ellos desbordando a Tomasevic en ataque y el segundo multiplicándose en robos de balón, dirección, triples y entradas.

La Bomba estalló tan fuerte que el Pamesa, tras varias ventajas de 10 puntos en el tercer cuarto (47-57, 51-61), se fue literalmente del partido, se bloqueó ante el miedo a ganar. Despertó Bodiroga y el Barcelona, con un 15-4, pasó de muerto a dominador (66-65, min 34). Fue todo lo que consintió Fabricio Oberto. No se obtienen galones de oro olímpico sin un carácter fiero que los justifique. Y fue el mejor Oberto furioso quien devolvió la fuerza al Pamesa. Tapones, palmeos, rebotes, mates... En un final tormentoso, el Hércules argentino liquidó al Barça.