Se llama Zygi. Y se apellida Sabonis. Con esos mimbres se ha convertido -no podía ser de otra forma- en el protagonista más joven de la Copa, que hoy cumple su ecuador en Zaragoza. Precisamente en esta ciudad su padre, Arvidas, conquistó la última Copa de Europa que el Real Madrid guarda en sus vitrinas, la de 1995. Diez años después se sigue hablando de Sabonis a orillas del Ebro.

Zygi tiene 13 años y juega en el Unicaja, uno de los ocho equipos que participan en la Mini Copa, el mejor aperitivo para lo que se avecina en la sesión de tarde con los equipos seniors. Ayer, Zygi comenzó la jornada perdiendo ante el Barcelona. Él vio el último cuarto desde el banquillo. "Hemos estado a punto, pero al final, ese triple", dice el mini-zar, que luego resopla. Es tímido. Y más tímido aún cuando las cámaras le tienen como objetivo estelar, como si fuera un Bodiroga, un Oberto. "Últimamente se le ve un poquitín más agobiado. Es un chico introvertido. Deportivamente, un excelente compañero. Solidario siempre", comenta Manolo Bazán, ex jugador del Huelva y ahora su entrenador.

Zygi procede de la escuela de Guindo, de la que se nutre fundamentalmente el Unicaja. Es alero, su altura no le permite jugar allí donde su padre era el rey, bueno el zar. "Hombre, mi padre habría querido que jugara dentro, pero no pasa nada. Me dice que trate de disfrutar jugando al baloncesto, que eso es lo principal", afirma Zygi, que intenta contener la risa ante las bromas de sus compañeros.

Zygi vive en Torremolinos con su madre, Ingrida, sus dos hermanas y su hermano. Su vida es una pequeña torre de babel, estudiando en un colegio bilingüe (inglés-español), hablando con su familia en lituano y con sus amigos en castellano. Su padre, actualmente en el Zalguiris Kaunas, ha podido verle más porque estaba lesionado. Arvidas Sabonis tiene 40 años y ésta es su última temporada como jugador de baloncesto. Pero la saga crece.