Es una pena que LeBron James se haya quedado fuera de los playoffs. No es que pretendamos inventar una estrella, es que los números hablan del base-escolta-alero de Cleveland como un fuera de serie. Basta un dato: sólo cuatro jugadores en la historia de la NBA habían acabado una temporada con más de 25 puntos, siete rebotes y siete asistencias por partido. ¿Sus nombres? Oscar Robertson, John Havlicek, Larry Bird y Michael Jordan. Lebron es el quinto. Ahí es nada.
James despidió la campaña con un triunfo estéril en Toronto (104-95) y un nuevo recital con 27 puntos, 14 rebotes y 14 asistencias, su cuarto triple-doble. Cifras que dejan un balance de 27,2 puntos, 7,4 rebotes y 7,2 asistencias por partido. Pero eso no ha servido para que los Cavaliers se metan en playoffs, en los que sí estará -como octavo del Este- New Jersey, que se ganó el pase tras ganar por 102-93 a Boston. Cleveland ha sumado siete victorias más que el pasado año y ha acabado con récord positivo (42-40), algo que no ocurría desde la 97-98. Pero, lo dicho, eso no basta. LeBron tendrá que ver los playoffs por la tele. Quizá en uno de los equipos que los jueguen milite el próximo año.