Eurobasket 2005 | Francia 98 - España 68
España tira el bronce
El Eurobasket terminó de forma amarga. La Selección española fue arrasada por Francia y se quedó sin medalla en el Europeo, algo que no ocurría desde 1997. Al menos, la cuarta plaza nos asegura la presencia en el Mundial de 2006 en Japón.
Con plomo bajo el ala y la imagen maltrecha por tres esfuerzos en 48 horas, España llega al Mundial de Japón, pero regresa sin medalla europea por primera vez desde 1997. Nadie queda totalmente contento, ni absolutamente insatisfecho: el Mundial está ahí, a once meses vista (¿con o sin Pau Gasol?: habrá que verlo), pero se ha roto la racha de medallas, plata, bronce, plata, que se abrió en 1999, en Francia.
En los podios de Turquía 2001 y Suecia 2003 dominó la alada presencia interior de un Gasol ilusionado e ilusionante. No el Gasol que tiene 10.967.000 dólares en su contrato 2005-06 con los Memphis Grizzlies de la NBA. Ahí reside la historia no escrita de muchas cosas. España va limitadita. Se nutre de alma, corazón y Navarro. Sin piernas y centímetros, en baloncesto no se gana. Y menos a esta Francia tropical que guía Tony Parker, dos veces campeón de la NBA con los Spurs, y que se estira atléticamente en los muelles de otros dos NBA: Mickaël Pietrus (G. S. Warriors) y Boris Diaw (Suns). Encima, cerca del descanso, cinco espectaculares puntos consecutivos de Gelabale dieron el 36-44 a Francia. En francés, Gelabale se pronuncia justo como "J?ai la balle". Exacto: "Tengo la bola". O el balón. O el partido.
En la segunda parte, España capituló. Parker lanzó a los Pietrus, Mickaël y Florent, cohetes que reducían a cenizas las últimas reservas españolas: 38-53 (Parker), 43-65 (técnicas a Calderón y Navarro)... y 54-75 (30'). Ahí, los dos pies de España ya estaban fuera del podio, aunque bien instalados en el Mundial.
Resumen.
¿Nos queda algo más que el honor? Sí, el resumen. Que lo dé Robert S. McNamara, el Secretario de Estado de JF Kennedy en su Camelot. McNamara fue uno de esos mejores y más brillantes cerebros que metieron a EE UU en el drama de Vietnam. La palabra brillante quedó casi como un insulto. En 1995, el brillante McNamara admitió en sus Memorias: "Nosotros, los que participamos en las decisiones de Vietnam, actuamos de acuerdo a lo que pensamos que eran los principios y tradiciones de esta nación. Nuestras decisiones fueron a la luz de esos valores. Y aun así, nos equivocamos, nos equivocamos terriblemente y la unidad política de nuestra sociedad quedó reducida a escombros. Debemos una explicación a las generaciones futuras".
Entre 1960 y 1974, EE UU perdió 58.000 hombres y mujeres en Vietnam. Es fuerte la comparación, pero ¿queda algo de autocrítica en la España que está fuera del podio y dentro del Mundial? Hay tiempo: McNamara confesó a los 32 años del fin de Camelot y de JF Kennedy.