Epopeya griega

Mundobasket 2006 | Grecia 101- Estados Unidos 95

Epopeya griega

Epopeya griega

Reuters

El equipo americano ha quedado eliminado ante un rival que supo jugar como conjunto y desquiciar a un oponente demasiado confiado en su victoria.

Increíble pero cierto. Grecia nos ha regalado un partido para el recuerdo y de paso le ha hecho un gran favor al baloncesto, demostrando que en este deporte no sólo importa tener los mejores jugadores del planeta (que se reúnen de vez en cuando para cumplir con el equipo nacional). La fórmula no era tan complicada. Un equipo que en ataque sólo tiene a sus individualidades, y que, si el físico no le resuelve la papeleta, se encuentra a merced de su rival. Y Grecia no es un rival cualquiera. Los helenos supieron aprovechar las carencias de el enésimo ‘dream team’ con un gran juego colectivo en ataque y con una defensa en zona que la tozudez ‘yankee’ no supo superar.

El partido comenzó con el guión esperado. Lebron y compañía se colocaron pronto en el marcador y consiguieron una ventaja de seis puntos al final del primer cuarto. Los europeos estaban atenazados. Necesitaban perderle el miedo, que no el respeto, al físico del rival. La circulación del balón no existía, y las opciones de tiro claras prácticamente nulas. Los estadounidenses iban cimentando su ventaja a golpe de mates y una presión endiablada en defensa. Los más pesimistas ya pensábamos en una paliza histórica.

Pero todo cambió en el segundo cuarto. Los griegos maniataron el ataque de su rival con una fuerte defensa y una capacidad ofensiva letal. Un parcial de 0-9 a favor de los jugadores entrenados por Panagiotis Giannakis puso arriba en el marcador a los griegos por primera vez en el partido. Las caras de los americanos en el banquillo cuando se llegó al descanso era un poema. Es lo que tiene ser mejor y no saber aprovecharlo.

El tercer cuarto fue un mazazo para los americanos. La afrenta europea comenzaba a alcanzar niveles insospechados. La ventaja llegaba a ser de doce puntos, pero los griegos no conseguían escaparse definitivamente en el marcador. El rebote defensivo y la aportación de Schortsianitis debajo del aro, y de Diamantidis y Spanoulis desde el perímetro estaban hundiendo a los NBA. El tercer cuarto finalizó con doce puntos de ventaja para Grecia, y con lo visto sobre la cancha una cosa estaba clara. El partido estaba en manos de Grecia. Estados Unidos no ganaría el partido, en todo caso lo perderían los helenos.

En el último cuarto los americanos se limitaron a aprovechar los fallos en la defensa griega. A falta de dos minutos la ventaja de los europeos era de cinco puntos, y Schortsianitis falla dos tiros libres. De todos lo rincones comienzan a escucharse los peores augurios. Ya teníamos un final de partido de los que hacen época. Grecia no decepcionó. Spanoulis se encargó de poner la diferencia en ocho puntos. De nuevo a falta de 24 segundos la ventaja es de cuatro puntos, y Grecia comete falta por cinco segundos en el saque de fondo. De nuevo parecía que los USA se iban a levantar en el momento menos esperado. Pero estos no son Jordan y compañía, y Chris Paul regaló el balón a los griegos. El final de partido americano era un despropósito. De ahí al final estaba todo hecho. Los helenos sólo tuvieron que encestar los tiros libres y el coloso americano estaba fuera del Mundial.

La victoria griega fue la victoria del auténtico baloncesto, pero claro la alegría no podía ser completa. Ya no les podremos ganar en la final.

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