En 1959 se creó en Springfield la Naismith Memorial Basketball Hall of Fame. Esta institución nació para honrar la memoria del canadiense inventor del baloncesto, fallecido 20 años antes, y para distinguir a los grandes de este deporte, a todos aquellos -jugadores, árbitros, entrenadores, dirigentes e, incluso, equipos- que han dejado una huella imborrable en la historia.
La construcción del museo se concluyó en 1968 y desde entonces ha habido dos traslados, el último en 2002, a un edificio de 45 millones de dólares y 7.400 metros cuadrados. Con hincapié en el baloncesto norteamericano, el salón de la fama ha tenido espacio para los ilustres del baloncesto internacional y ha homenajeado a algunos europeos históricos como Antonio Díaz-Miguel, Borislav Stankovic, Aleksandar Nikolic o Drazen Petrovic. Juntos a ellos, los más grandes: Michael Jordan, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, Red Auerbach... En total, 281 mitos.