Un gran jugador y un trozo de pan

Yo digo | Chechu Biriukov

Un gran jugador y un trozo de pan

La primera vez que me enfrenté a él, Vladimir jugaba en el Stroitel Kiev y yo en el Dynamo Moscú. Era algo extraordinario. Había muchos jugadores altos en la Unión Soviética, pero él era algo único. Cuando lograba hacerse un hueco en la zona era prácticamente imposible sacarle de ahí. Los balones iban a él y tenías que hacer ayudas continuamente para complicarle la jugada. Coincidí posteriormente en alguna convocatoria de la selección soviética. Fue un pívot que marcó un antes y un después en el baloncesto europeo. Ahora hay más jugadores de su altura, pero es cierto que entonces eso marcaba las diferencias.

Fue una pena que la política impidiera que Tachenko y muchos otros pudieran desarrollar plenamente sus carreras deportivas. Fue un extraordinario jugador y una gran persona. Un trozo de pan. Una persona noble de la que quizá algunos se han aprovechado. Y por encima de todo está su carisma. Es increíble, pero cuando ha venido a España me ha dejado fascinado: todo el mundo le conocía, le pedía autógrafos, se paraba a hablar con él. Yo le decía: "¡Pero si eres más conocido aquí que en Rusia!". En definitiva, ha sido una figura como jugador y como persona.