"Dejé la bandeja y pensé que el balón entraba; fue terrible"

Supongo que, cuando ha pasado media hora del final y de esa canasta que se ha salido, el amargor será menor.

Pues poco a poco, aunque cuesta. He hecho la entrada, creía que el balón estaba dentro y cuando he mirado me he dado cuenta de que no era así. Ha sido terrible, porque estábamos muy cerca.

Evaristo Pérez ha dicho que han llegado veinte minutos tarde al partido. ¿Está de acuerdo?

Sí, porque en los dos primeros cuartos no hemos demostrado todo nuestro potencial. Hemos ido a robar el balón en lugar de contener, ha sido nuestro fallo. Pero en la segunda parte todo ha cambiado.

¿Cuáles han sido las palabras mágicas del seleccionador en el vestuario?

Entre todos nos hemos dado cuenta de lo que fallaba. A punto por minuto podíamos dar la vuelta al marcador, y a punto hemos estado de hacerlo. Hemos cambiado la defensa, con zonas combinadas y alternativas que ponían en muchos problemas a las jugadoras rusas. Y así hemos conseguido reducir considerablemente las diferencias y situarnos a cuatro puntos en el marcador. Pero no han caído.

¿Tan duras son? ¿Tan altas y tan fuertes como nos parecen desde la tele?

Lo son. Es un equipo muy difícil de parar, porque tiene jugadoras muy altas, rápidas, que imprimen un ritmo muy físico al partido. Además, están acostumbradas a jugar finales.

Pero hay que sentirse orgullosos.

Sí, pero también algo triste por los últimos minutos. Pero bueno, es cierto que hemos llegado a la final y que el partido ha tenido una gran repercusión. Y es una plata.

Que quizá cuando aterricen en Barajas les sepa a oro.

Eso espero.