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Pekín 2008|Baloncesto | España 72- Croacia 59

A por la medalla

La Selección demostró que sí tiene hambre de gloria y se mete en las semifinales de unos Juegos por primera vez desde Los Ángeles 84. Tiene dos partidos para colgarse la segunda medalla olímpica del baloncesto español, pero el equipo es ambicioso y sólo apunta a la gran final.

Actualizado a
Los jugadores, frente al combinado croata
Los jugadores, frente al combinado croatajesús rubio

Pau Gasol y su generación merecían esta semifinal que al fin le regalan los Juegos Olímpicos de Pekín y que conquistaron ayer merendándose a Croacia en un ejercicio defensivo de precisión que recordó glorias pasadas. Rudy Fernández dijo haber tenido una visión, ver gritar y defender como lobos a los campeones del mundo en Saitama. Porque España fue ayer, otra vez, un lobo hambriento. No hacía falta mirar atrás, a la terrible decepción de los cuartos de final de Atenas. Era más necesario echarle un vistazo al horizonte, a Londres 2012, tan lejano, tan enigmático para jugadores que han conquistado Estados Unidos y que cargan con un sobreesfuerzo exagerado, para comprender que España no iba a dejar escapar esta vez los cuartos.

La primera semifinal olímpica en 24 años llega en medio de la normalidad. La de Los Ángeles está recogida en los papeles como una hazaña. Esta quedará archivada entre cierta rutina, señal de la dimensión que ha alcanzado este equipo de leyenda. En 1984 fue un acontecimiento extraordinario. En 2008, el discurso natural de las cosas. Pero esa evidencia también debe ser aplaudida, porque esta generación ha convertido en costumbre estas cosas. Ya se echarán de menos.

España volverá a sentar a millones de españoles delante de los televisores mañana, cuando juegue la semifinal ante la temible Lituania. Ayer atravesó el peor puente, los cuartos, con muy buen pulso. Sin miedo al abismo, entró enchufado en el partido y dejó a Croacia en un ridículo punto en los primeros cinco minutos. Fue el rastro a seguir del partido. Ese, y el que marcó Gasol, extraordinario, que anotó nueve de los doce primeros puntos. Se le vio en todos lados, a un nivel de motivación pocas veces visto. El primer empujón ya lanzó a España, porque ahí hizo la diferencia, y se movió en ventajas de 11 puntos hasta el descanso.

Popovic, baja.

Croacia, en la que finalmente no jugó Popovic, admitió su inferioridad pronto. Era el plan de España, que no ve en Croacia una selección con gran carácter. Su última intentona llegó hasta el 51-41 después de un triple de Marko Tomas. España le respondió con un parcial de 12-0 en el que colaboraron Rudy, Calderón, Mumbrú (buenos Juegos), Felipe y Garbajosa, y aseguró la semifinal.

Esto es una liberación, ahora España podrá expresarse mejor. Y un acto de justicia moral. Estas semifinales llegan tarde para una generación que estaba preparada hace tiempo. Tal vez se haya hecho esperar porque esta gigantesca excavación del Wukesong prepara algo extraordinario.