Tanto hablar del Eurobasket, pues aquí lo tenemos. ¿Sensaciones?

Veo al equipo bien. Está claro que no nos podemos relajar, porque aunque tengamos más calidad individual que otras selecciones, hay que jugar siempre con agresividad.

En Vilna no se hizo. ¿Cómo explica un batacazo así?

Lo bueno es que esa derrota llegó en un amistoso. Debe servir para darnos cuenta de cómo hay que jugar, mejor dicho, de cómo no hay que jugar. Ellos querían resarcirse de la derrota sufrida ante nosotros en Sevilla. No jugamos con la agresividad e intensidad necesaria y por eso perdimos.

Ante Serbia cambiarán las cosas: usted jugará.

Llevo un mes viendo jugar y entrenar a mis compañeros. Es normal que esté con ganas. Si no, no estaría aquí.

¿Piensa en el equipo, en cómo frenar al rival, o inconscientemente su mente le lleva al dedo índice de su mano izquierda y la lesión?

No pienso en el dedo. Voy cogiendo confianza. He ganado en fuerza y en sensibilidad. La rehabilitación ha sido dura, pero no tengo miedo a nada. El dedo ha respondido.

Aunque quizá los rivales lo vean como su talón de Aquiles.

Quizá vayan a darme ahí más de lo normal, pero aguantaré. Me he sentido a gusto en los últimos entrenamientos y cuando estoy en la cancha no me acuerdo del dedo.

Al margen del dichoso dedo, ¿llega mejor que a otros campeonatos?

Me encuentro muy bien. Este año ha sido el mejor de mi carrera y a medida que avance el Eurobasket, seguro que me iré sintiendo más cómodo.

Es, a sus 29 años, uno de los veteranos de la Selección. ¿Le ha sorprendido la excelente adaptación de los nuevos jugadores, Llull y Claver? ¿Qué parte de culpa tienen ustedes?

Ellos tratan de seguir el ejemplo de los más mayores. Están demostrando su calidad e intentan vernos como sus, con comillas, referentes. Bueno, y sin comillas. Pero esto es un equipo y todos debemos aportar para superar a los rivales.

El primero de la lista, Serbia

Son buenos. He visto algún amistoso de los que han jugado cara al Eurobasket. Es un equipo con talento, con jugadores no muy conocidos, pero muy activos. Y las meten.

Los periodistas enumeramos favoritos: Lituania, Eslovenia, Grecia ¿Algún tapado?

Siempre lo hay. Hay que seguir, por ejemplo, a Francia, que está más rodada, aunque habrá que ver si no terminan el campeonato muy cansados. Es un equipo atlético y con un base de calidad más que demostrada (Tony Parker). Pero el torneo consta de dos semanas y nueve partidos y exige mantener el tono de principio a fin.

Scariolo sueña con que usted juegue junto a su hermano Marc. ¿Cómo le ha visto en la preparación?

Físicamente está en su mejor momento. Ha demostrado que es un jugador de gran calidad y dominante. Hay que ver ahora cómo entro en esa rotación, jugando de cuatro y con un papel al que mis compañeros no están acostumbrados.

El eterno dilema, ¿usted de cuatro o de cinco?

Hay que encontrar el balance. Tengo la tendencia a jugar más en posiciones interiores. Domino el poste bajo, pero ahora hay que tratar de controlar otras facetas y que ambos podamos jugar juntos con plena efectividad. Y que todos podamos hacerlo como un auténtico equipo.

Para ir por el oro.

Ése es el objetivo.

¿Siguen siendo los grandes favoritos pese al accidente en Lituania?

Estamos con la mentalidad de hacer algo grande. Somos la selección a batir y a temer. Eso sí, habrá que salir a la cancha con toda la intensidad.