La bandeja victoriosa de Tunceri sirvió a Turquía la final del Mundial (hoy, 20:30 horas) y convirtió el Sinan Erdem Dome en un jardín de locos. En esa final ya esperaba EE UU, bajo la guía de Kevin Durant que laminó a Lituania con 38 puntos, la plusmarca de anotación de este torneo y de un estadounidense en los Mundiales. Ante Serbia, toda Turquía vivió todo un drama que no fue tragedia por solo cinco décimas de segundo. EE UU pasó fácilmente sobre Lituania (89-74), pero Turquía sólo pudo respirar tras una pesadilla que duró 39 minutos, 59 segundos y 5 décimas de juego real. Pareció una eternidad.
Puntilla.
La volcánica semifinal Turquía-Serbia recordó mucho al cruce serbio con España. Sólo que ahora, con Serbia arriba por un solo punto (81-82), tras dos tiros libres de Dusko Savanovic, los turcos sí completaron la jugada de banda: tras tiempo muerto y a cuatro segundos del final. Ahí, Serbia, más allá del límite de faltas, adelantó la gente a defender la línea de tres puntos. Sendos pases rápidos llevaron el balón a Tunceri, que se lanzó al aro. Su bandeja, sin defensa interior serbia, valió el 83-82: descabello, puntilla y señal para un rugido apocalíptico. El cercano Topkapi no sentía una conmoción igual desde las hazañas de Solimán El Magnífico y sus piratas.
Serbia había controlado con la mano maestra y el temple de Teodosic (13 puntos, 11 asistencias), pero ahí se le vino el mundo encima. Aún prepararon un pase volandero para Savanovic, que apenas pudo palmear sobre la bocina y sobre Erden, que medio taponó la intentona. Como ante España, Serbia mandaba en el descanso (35-42) y resistió las cargas turcas con Teodosic, Savanovic y el fabuloso, interminable Keselj: ayer, 18 puntos y cuatro triples. Teodosic tiraba de Serbia cada vez que Turquía daba caza (67-72, minuto 35), pero el triple de Tunceri que valió el 76-75, minuto 37, ya desató una angustiosa ruleta turca que se detuvo en el color rojo otomano con la bandeja de Tunceri (12 puntos) y el rugido telúrico de toda Turquía. Hoy, final: Turquía reta a los Estados Unidos del maravilloso Durant. Y Durant reta a Turquía.
