El cambio de dirección en la ACB se completará hoy, cuando los clubes se reúnan en la sede de la ACB con Eduardo Portela para exigirle que dé un paso a un lado, se aparte de la toma de decisiones y, si quiere, acabe su mandato (hasta 2014) como presidente honorífico. La postura de los clubes es firme y el actual presidente tendrá que ceder, pese a que es reacio a hacerlo. Pero el peso de la mayoría juega a favor del cambio. Trece clubes ya han firmado, Cajasol y Meridiano podrían sumarse pronto y sólo quedan en contra del movimiento DKV Joventut, Fuenlabrada y Granada.
El día será intenso en Barcelona. Primero se reunirá en un hotel la Comisión Ejecutiva formada por Real Madrid, Barcelona, Caja Laboral, Unicaja, Power Valencia, Bilbao Basket, Lagun Aro y Valladolid. Los cuatro últimos fueron elegidos democráticamente, mientras que los cuatro primeros tendrán plaza fija en la Comisión mientras sigan siendo los cuatro presupuestos más elevados. En esta reunión se definirán las pautas de la sucesión, con la búsqueda de un nuevo director general como punto clave. Se propondrán candidatos y si ninguno logra el consenso, no se descarta recurrir a una empresa externa para encontrar a la persona idónea.
En cualquier caso, en el nuevo orden que proyectan los clubes el director general estará siempre supeditado a las decisiones que tome la Comisión Ejecutiva. Algo que no sucedía hasta ahora, ya que Portela y su director general, Josep Senespleda (que dimitió el pasado martes), eran los que marcaban el rumbo de la ACB. Los clubes consideran que no se han tomado medidas adecuadas para vadear la crisis y que ha llegado el momento de que ellos tomen el mando.
Tras esa primera reunión, a los ocho de la Comisión Ejecutiva se les sumarán representantes de algunos de los otros clubes a favor del cambio para verse con Portela. El objetivo es alcanzar un acuerdo amistoso ya que, tras 21 años en el puesto, se considera que Portela merece la mejor salida posible y, además, su experiencia sería útil durante la transición. Ahora falta por ver la reacción del veterano dirigente.
