Después de 12 años en el Panathinaikos de Atenas, con un balance de 11 ligas, 6 Copas de Grecia y 5 Euroligas, que suma un total de 22 títulos en 27 finales disputadas, Zeljko Obradovic podría dejar el club heleno por cuestiones extradeportivas yA que los propietarios han decidido vender el club.

Obradovic, que ahora esta impartiendo un curso de entrenadores en Belgrado, ha señalado que "ahora no puedo hablar de mi futuro. Hay un problema porque que los dueños del equipo quieren venderlo, encontrar nuevas soluciones para el club y no sé que pasará. Es cierto que he ganado muchos títulos, pero la vida sigue y tienes que prepararte para lo que venga".

Después de 24 años los dueños del club heleno, la familia Giannakopoulos ha decidido poner el club en venta por 150 millones de dólares. Después de aportar durante dos décadas y media alrededor de 350 millones euros y convirtiéndolo en el equipo más poderoso del continente, Pavlos Giannakopoulos, de 82 años y patriarca de la familia, ha decidido dejar el equipo para descansar un poco y está buscando un comprador.

Será una tarea complicada encontrar un comprador dada la grave situación económica y laboral de Grecia, que sea capaz de mantener un equipo con un 30 millones de euros de presupuesto anual y que obtiene sólo 10 millones en ingresos. Se apunta a inversores estadounidenses, pero quieren determinadas garantías.

Todo apunta a que la clave para el futuro es mantener a Obradovic, renovado por dos temporadas después de lograr la última Euroliga en Barcelona, ya que demostró tanto el Partizan como en el Joventut que era capaz de lograr títulos con apenas 15 millones de presupuesto.

Ante la incertidumbre el tono de voz de Obradovic es de extrema preocupación y reconoce que "la verdad es que estoy preocupado. Desde que acabamos la temporada yo no he tenido ninguna reunión ni ninguna noticia del club ni de sus directivos. No sé como están las cosas y sólo espero que en los próximos días se pueda saber algo".

El técnico serbio ha señalado que "todo esto es muy complicado y mi mayor preocupación no es la deportiva porque nueve jugadores tienen contrato y tres, Peperogolou, Fotsis y Katsikaris acaban, aunque yo quiero que sigan. Aún así no sé como será el planteamiento para la próxima temporada y ya veremos que pasa este verano".

En la última temporada tres de sus piezas claves: Spanoulis, Haislip y Pekovic dejaron el equipo. "Esto provocó que antes de empezar ya tuviésemos muchos problemas y por esto, después de lo que logramos al final, pienso que ha sido una de las mejores en todos los años que llevo en el Panathinaikos, pero también la más dura en muchos aspectos", reconoce Obradovic.

Este año se cumplen dos décadas de su debut como entrenador en el Partizan de Belgrado y, pase lo que pase, seguirá al pie del cañón porque, según afirma, "simplemente me gusta mi trabajo, disfruto con él, me levantó cada mañana con ganas para ir a la pista donde me esperan los jugadores y estoy muy feliz con ellos. Me siento orgulloso y agradecido por hacer el trabajo que me encanta, esto es lo que yo busco de la vida", finaliza.