McCalebb aprovecha la siesta del Madrid

Euroliga | Real Madrid 69 - Montepaschi Siena 88

McCalebb aprovecha la siesta del Madrid

McCalebb aprovecha la siesta del Madrid

El macedonio, con 25 puntos y 36 de valoración, dejó en nada el colosal partido de Felipe Reyes (17 puntos y 15 rebotes)

La regla de oro del Top-16 dice que para pelear por jugar la Final Four hay que asegurar las victorias en casa y luego rascar lo que se pueda fuera. Pero lo principal, ponerle un cinturón de castidad a tu cancha y que nadie pueda sacar una victoria de ella.

El Real Madrid pareció saberse la lección en Málaga, aunque fuese a última hora sobre la bocina, aunque debió creer que con eso podría compensar una posible derrota en el feudo propio. Porque si no, no se explica la primera mitad que los de Pablo Laso desarrollaron sobre el parqué del Palacio de los Deportes.

Un esperpento que se resume mejor con números y datos. Ecuador del segundo cuarto, Montepaschi doblando en el marcador al Madrid (20-40) y los blancos con unos registros de miedo. Pero de miedo para su público. 3/10 en tiros de 3 y 1/14 en tiros de 2. Un 7% de efectividad en la pintura. Y una puntería para llorar más allá de los 6,75.

Para colmo, el peor Madrid del año se encontró con el mejor McCalebb. El macedonio, rápido y preciso, entraba como un cuchillo en la blanda mantequilla que era la defensa blanca. 14 puntos al descanso, un 100% de acierto en tiros de campo y las piernas más rápidas que cualquier madridista que se atreviese a defenderle. O a intentarlo.

La segunda mitad sirvió para parar la hemorragia, pero no para reducir diferencias. El Madrid era un batiburrilo ofensivo que al volver a su propia zona se convertía en defensa nula. Y eso que Felipe Reyes, con sus... 'ganas' habituales, se empeñaba en mantener la dignidad en el naufragio (17 puntos y 15 rebotes, 6 de ellos ofensivos) y se echaba no al equipo, sino a todo el Palacio a cuestas e hizo creer a sus compañeros y al público en la remontada.

Con Llull desaparecido y Sergio Rodríguez sencillamente mal, el colosal partido de Felipe era lo único que mantenía a flote a los de Laso. Volvía a la pista Mirotic e intentaba ayudar, pero McCalebb no se cansaba. Como el conejito de una conocida marca de pilas, sus músculos bombeaban, sus piernas corrían y su muñeca seguía caliente. Y cuando no era el macedonio, era Lavrinovic. Montepaschi acribillaba al Madrid y todos los ingredientes estaban servidos para la primera derrota del Real Madrid en Euroliga en el Top-16.

Y perdió. Y como las malas noticias no vienen solas, perdió de 19 puntos. Noticia casi tan mala como la propia derrota con vistas al futuro de este Grupo F del Top-16. Al final, con el pabellón blanco vacío, Bo McCalebb se marchaba camino de vestuarios con la vista fija en el marcador de estadísticas. Había reventado el Palacio con sus 25 puntos y 6 asistencias para 36 de valoración.

En el otro bando, Felipe, con la cabeza gacha, atendía a la televisión mientras en su cabeza seguía sin explicarse que su tremendo partido se quedase sin premio. La siesta de sus compañeros en los primeros veinte minutos tiene la culpa. Ahora el Madrid se debe tatuar a fuego la regla de oro del Top-16. No se pueden ceder más victorias en casa y toca rascar el máximo posible fuera. No todos los días jugará enfrente McCalebb...