El Madrid no sabe ser líder

Baloncesto | Liga Endesa | Valencia Basket 83 - Real Madrid 66

El Madrid no sabe ser líder

El Madrid no sabe ser líder

Los de Laso perdieron en Valencia y desaprovecharon la ocasión de ponerse líder. No estuvieron por delante en ningún momento, llegaron a perder de veinte puntos y Lishchuk fue su verdugo.

Dolorosa derrota la sufrida por el Real Madrid en la Fuente de San Luis ante el Valencia. Los de Pablo Laso cayeron en un partido en el que nunca fueron por delante en el marcador y en el que llegaron a tener una desventaja de veinte puntos ante un rival que le superó en todos los aspectos. El equipo blanco desaprovechó la oportunidad de colocarse líder tras la derrota sufrida por el Barcelona ante el Gran Canaria. Lishchuk, con un total de 22 puntos anotados, fue el principal verdugo del conjunto madrileño.

El toma y daca inicial entre el Valencia y el Real Madrid se encargaron de romperlo Rafa Martínez y Caner-Medley con dos triples casi consecutivos que otorgaron a su equipo la primera ventaja significativa del partido (10-4) cuando tan sólo habían transcurrido dos minutos de partido. Durante el primer cuarto del encuentro se vio un Real Madrid que insistió con balones interiores ante un rival que desplegó un juego abierto con mucho movimiento y con sus jugadores saliendo por bloqueo, dotando de mucha continuidad a su ataque.

Dos nuevos aciertos desde la línea de 6'75 de Caner-Medley y Víctor Claver ayudaron a despegarse un poco más en el marcador a los de Perasovic (19-10). La entrada a pista de Carroll, muy acertado de cara a canasta, sirvió a los de Laso para recuperar algo de oxígeno antes de la finalización del primer cuarto (26-22). El cien por cien de acierto en el tiro exterior de Caner-Medley le convirtió en el jugador más destacado de los primeros diez minutos con nueve puntos y cuatro rebotes.

El segundo cuarto comenzó con una tónica similar en ambos equipos. Locales y visitantes rechazaron de plano la idea de poner pausa al partido y mostraron de forma clara sus intenciones de hacer correr el balón con transiciones rápidas que buscaban situaciones de canastas fáciles. Un triple de Newley fue la nota discordante de un intercambio de canastas entre locales y visitantes que se extendió hasta más allá del ecuador del segundo asalto.

Los tiempos muertos solicitados por ambos técnicos no restaron un ápice de intensidad a un partido en el que cada balón se luchó como si se tratase del último y en el que los dos equipos buscaron la rapidez sin esconderse en ataque en ningún momento. A dos minutos para el descanso, Lishchuk aprovechó una penetración y una asistencia de Rafa Martínez para dar a los suyos la que, hasta entonces, era su máxima ventaja del partido (47-36). El equipo valenciano supo aumentar esta diferencia completando un parcial de 9-0 y se llegó al intermedio con 49-36 en el marcador con Lishchuk y Claver como máximos anotadores con 12 y 11 puntos cada uno.

Tras el descanso, el partido se reanudó con un Valencia decidido a seguir manteniendo a raya al Real Madrid. El tercer cuarto reflejó un notable descenso en el apartado anotador ocasionado por un aumento de intención e intensidad defensiva, y no tanto ofensiva, por parte de ambos contendientes. Los cinco primeros minutos de tercer asalto se resolvieron con un pobre parcial de 2-8 favorable a los de Laso (51-44). La buena defensa ejercida por el equipo local provocó muchos problemas al conjunto madrileño en el juego colectivo.

Jugadores como Sergio Llull intentaron voltear la situación con acciones individuales, conscientes de que el camino elegido no era el correcto para imponerse en la Fuente de San Luis. Los de Perasovic fueron capaces de contener la ofensiva blanca y se llegó a los diez últimos minutos con 64-54 en el marcador y Claver como máximo anotador con trece puntos.

Las tareas de uno y otro equipo estaban claras para el último cuarto del partido. Mientras a los locales les bastaba con mantener la ventaja cosechada, los visitantes estaban obligados a dar solución a la superioridad mostrada por la defensa valenciana sobre su ataque. El intento de los madrileños no tuvo éxito y a seis minutos del final el Valencia adquirió su máxima ventaja del choque hasta ese momento (72-54) gracias al acierto defensivo y ofensivo y a la movilidad y concentración mostrada por todos sus hombres.

No era el día de los de Laso, que fueron incapaces de anotar una canasta en juego durante los primeros cinco minutos del último cuarto. El aspecto físico pasó factura al equipo madrileño, que fue desvaneciéndose a medida que se acercaba el final, permitiendo una ventaja de su rival de hasta veinte puntos (80-60) cuando restaban dos minutos para la conclusión. El marcador final reflejó un 83-66 que explicaba claramente los méritos de unos y otros. Lishchuk, con 22 puntos, fue el principal verdugo de un Real Madrid que dejó escapar la posibilidad de colocarse líder.

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