El Blancos de Rueda se agarra a la permanencia

LIGA ENDESA | BLANCOS DE RUEDA 69 -MAD-CROC 66

El Blancos de Rueda se agarra a la permanencia

El juego interior de Martín y Borchardt resultó decisivo para que los vallisoletanos se impusieran al Fuenlabrada y puedan seguir soñando con la salvación.

El Blancos de Rueda sufrió en el último cuarto, en el que el Fuenlabrada mostró su acierto desde la línea exterior para sitiar a los vallisoletanos, pero ha logrado un triunfo que le permite aferrarse a la vida, ya que matemáticamente aún pueden salvarse.

El primer cuarto supuso una toma de contacto entre dos equipos y dos entrenadores que se conocen muy bien y que, por tanto, tenían muy claro sus argumentos sobre la cancha. Los madrileños, con una defensa en zona para que los vallisoletanos centraran el juego en el exterior y los locales, imponiendo más presión para impedir que los lanzadores rivales estuvieran cómodos.

Por este motivo el marcador se mantuvo muy equilibrado, si bien fueron los vallisoletanos los que lograron situarse por delante, ante un Fuenlabrada que, en los primeros compases, tuvo a Penney a su hombre más destacado, mientras que el cuadro local trabajó en equipo para llegar al 17-15 con el que finalizó el primer período.

El Fuenlabrada supo aprovechar los numerosos fallos ofensivos de los vallisoletanos para controlar el resultado, con un parcial de 0-7 que situó el electrónico en 17-22, un mal augurio para un Blancos de Rueda al que se le notaba la espada de Damocles que llevaba sobre su espalda.

Sin embargo, el conjunto dirigido por Roberto González supo hacer valer su poderío interior, sobre todo en el apartado reboteador, con Nacho Martín y Borchardt, para ir recortando diferencias y volver a recuperar sensaciones, lo que sorprendió al cuadro madrileño, que se fue al descanso de nuevo por debajo en el marcador (36-33).

Tras la reanudación, los locales salieron dispuestos a dar el todo por el todo para amarrarse a la esperanza y, merced a una buena defensa y a la buena dirección de Uriz, ampliaron las diferencias para situar un 45-38 que obligó a Fisac a solicitar un tiempo muerto para pedir más intensidad a sus jugadores.

Pero el Blancos de Rueda parecía haber encontrado la clave para terminar de hacerse con las riendas del encuentro y, manteniendo una potente defensa, con un claro dominio en la pintura, siguieron incrementando la renta hasta alcanzar el 55-41 con el que finalizó el tercer cuarto.

Aún quedaban diez minutos de agonía en los que los vallisoletanos debían templar los nervios, lo que se tornó difícil después de que los madrileños anotaran tres triples consecutivos para acercarse en el marcador (60-53), que González intentó frenar con un tiempo muerto.

La presión se hizo máxima, ya que los fuenlabreños se pusieron a sólo tres puntos (62-59), pero Diego García reapareció en los últimos instantes para dar, con su acierto, el punto de tranquilidad necesario a su equipo para que pudiera sumar una victoria que les permite conservar las escasas opciones de que disponen.