A sus 27 años y medio, Lebron James tiene esta madrugada (3:00 horas, Canal Plus, Canal Plus Deportes) la primera oportunidad física de ganar su primer anillo como profesional. Lo conseguirá si la franquicia que defiende, Miami Heat, es capaz de rematar la serie final ante Oklahoma City Thunder. Los Heat ganan la serie 3-1 debido a su carácter, su fortaleza para jugar los momentos decisivos, el gran James y ciertas debilidades mentales de los Thunder, que han sido acusados de blandos a lo largo de las series finales.

James, que terminó el cuarto partido con calambres porque a sus piernas ya casi ni les llegaba oxígeno pero con un triple decisivo que encendió el Arena de Miami, ha anunciado que jugará: "Es un partido muy importante para todos y debemos dar el máximo de esfuerzo en el campo a la hora de buscar una victoria que nos permitía cerrar la serie. Sabemos que no será nada fácil, pero si mantenemos la misma confianza en nuestro juego, seguro que estaremos en la lucha". Por si acaso tiene un buen socio, Dwyane Wade, que el martes tiró de los Heat cuando James ya no tenía fuerzas y roza su segundo anillo. Bosh, que remata el Big Three, y Chalmers son los otros factores de desequilibrio de los Heat, que están a punto de tomarse cumplida revancha de su derrota la pasada temporada ante los Mavericks de Nowitzki.

El partido tiene un guiño que implica a la Selección de Scariolo. Serge Ibaka, que no está actuando a buen nivel en las finales. Todo son dudas en Oklahoma empezando por su entrenador, Scott Brooks. Westbrook hizo el martes 43 puntos, pero sus últimas dos acciones destrozaron el partido. Y a Durant, consolado por su madre al final del cuarto partido, también se la ha echado en falta. Miami vela armas para salir a celebrar el segundo anillo de una franquicia que hizo una terrorífica inversión hace dos años y que hoy mismo puede empezar a verle el color.