Jeremy Lin, la sensación deportiva del año en EE UU, está a punto de cambiar Nueva York por Houston, algo que parecía imposible hace una semana. Los Rockets le han firmado un contrato de 25 millones de dólares por tres temporadas; pero hay truco, ya que el tercer año cobrará 15 millones. Los Knicks­ tienen hasta las 6 de la mañana del miércoles para igualar la oferta, pero parece que renunciarán porque, con el resto de sus contratos vigentes, si retienen al base tendrían que pagar el impuesto de lujo por rebasar el límite en ese tercer año: Lin les costaría 30 millones, no 15.

Los Knicks ya se han preparado para el golpe deportivo de perder a Lin (14,6 puntos y 6,2 asistencias) con los fichajes de otros dos bases: Kidd y Felton. Pero se les escaparía un filón en márketing e imagen.