Aunque ya había impresionado en las filas del Partizán de Belgrado y el Unics Kazán, la impresionante figura de Nathan Jawai ha revolucionado la Liga Endesa y el australiano apunta a ser uno de los jugadores determinantes de la misma.

Jawai tiene 25 años, mide 209 centímetros y pesa unos 140 kilogramos. Le apodan Mini Baby Shaq o Aussie Shaq, algo que no le gusta en absoluto. "Esos apodos no van conmigo. Shaquille O'Neal­ jugaba de forma distinta a la mía y todo eso se decía hace tres o cuatro años, aunque yo tengo mi propio estilo", indica Jawai. El jugador presume de ser "el primer aborigen australiano en jugar en la NBA". Ahora tiene un relevo, Patrick Mills en los San Antonio Spurs.

Jugador de rugby. Nació en un pequeño pueblo de apenas mil habitantes llamado Bamaga (los isleños del estrecho de Torres son los indígenas de las Islas del mismo nombre, que forman parte del estado de Queensland, al Noreste de Australia). Cultural y genéticamente están ligados a los pueblos de Melanesia y de Papúa Nueva Guinea y se consideran distintos de otros pueblos aborígenes; a menudo son citados incluso de manera separada.

Su etapa en la NBA no fue brillante y tras dos temporadas allí (Toronto y Minnesota) dio el salto a Europa. "Nací en un pueblo muy pequeño y el juego de la NBA me agobiaba. Quise venir a Europa porque creo que me adapto mejor. Me llegó la oportunidad de jugar en el Partizán de Belgrado, donde estaba también el australiano Aleks­ Maric. No me lo pensé dos veces".

Se formó en el renombrado Instituto Australiano de Deportes y no comenzó a jugar al baloncesto hasta los 15 años, después de que los técnicos del Saint Augustine College, en Cairns, fracasasen en sus intentos de convertirlo en jugador de rugby.

Tras un año allí logró una beca para el Midland Community College de Estados Unidos y en la temporada 2007-08 debutaba con los Cairns Taipans en la NBL (Liga australiana). Y en una sola campaña ya daría el salto a la NBA.primero trataron de convertirlo en un jugador de Rugby