Con la Euroliga estrenando formato, Jordi Bertomeu, director general de la máxima competición continental, visitó la redacción de AS acompañado de Kirsten Haack, responsable de comunicación, y Pablo Martínez Arroyo, exjugador.

El primer tema sobre la mesa fueron los contratos televisivos. A punto de disputarse la cuarta jornada, todavía no ha podido vender los derechos televisivos del Madrid (aunque el partido de mañana contra el Cantú se volverá a ver en Real Madrid TV). "Hay que buscar una solución. Era más optimista hace 15 días que ahora, aunque el contexto televisivo europeo no es malo ya que hemos firmado contratos al alza en todos los sitios salvo en Italia". Bertomeu explicó que en abril había principio de acuerdo con TVE por los derechos del Madrid, pero que no ha ido a más porque la ACB regaló los suyos a coste cero. "Obviamente quieren lo mismo para la Euroliga y sobre eso no se negocia. Sería pan para hoy y hambre para mañana y nosotros no podemos entrar en ese juego porque no tenemos el respaldo de un espónsor como ellos tienen con Endesa".

Las alternativas son escasas. Antena 3 y La Sexta, en un principio interesadas, se retiraron de la puja por su fusión. Por eso la Euroliga se ha comprometido a ayudar a TVE a buscar financiación y patrocinadores.

Drama.

Segundo tema, el cambio de formato en la segunda fase, donde cada equipo disputará 14 partidos en vez de seis (se forman dos grupos de ocho y no cuatro de cuatro, como en el antiguo Top-16). "Los formatos hay que revisarlos periódicamente. La segunda fase seguirá siendo fuerte, pero pierde el dramatismo del antiguo Top-16. Fuera de España la gente quería más Europa, más partidos, porque ven a la Euroliga como su Liga", señala Bertomeu que considera que en España la situación es diferente porque sí cuenta "con una Liga fuerte". "Las decisiones hay que entenderlas desde una clave europea y no española. Tenemos un plan de ruta y cada tres años nos reunimos porque el objetivo es conseguir una competición con más calidad. Como no hay competiciones fuertes, decidimos aumentar los partidos, pero no para todos, sino para los mejores". Por este aumento de partidos, Bertomeu ve la necesidad de "redimensionar las ligas nacionales". "En vez de reducir equipos, han tendido a mantenerlos o aumentarlos".

Otra de las novedades es el cambio de fechas, ya que los partidos pasan a los viernes. "Aún es pronto para saber si está funcionando, pero nuestro objetivo era escapar de la Champions". Esto se ha traducido en algún viaje maratoniano: el Madrid jugó en menos de 48 horas en Moscú y Tenerife. "El 7 de julio fue el sorteo de la Euroliga y el 9 todos sabían cuándo y dónde jugaban".

En el futuro de la Euroliga no entra la posibilidad de cerrar la competición. "Sería absurdo y me niego a hacerlo. Los campeones tienen plaza y, en algunos casos como Rusia, Grecia, Italia... también los subcampeones. En España, hasta el tercero". Además, Bertomeu explicó por qué el Unicaja, que terminó octavo la pasada temporada, sigue en la élite continental. "Ha cumplido los requisitos exigidos en asistencia de público, resultados, temas televisivos... por eso tienen su plaza. No puede venir y quejarse un equipo que ha quedado sexto (era el Gescrap Bilbao), porque nosotros no premiamos al sexto".

Uno de los equipos españoles que podría perder esa licencia fija es el Barça, que no cuenta con un pabellón para 10.000 personas, uno de los requisitos exigidos por la Euroliga. "El Palau Sant Jordi es la alternativa que tienen. O eso o deberán clasificarse cada temporada".

Otro de los objetivos con los que trabaja Bertomeu es llegar al mercado británico, de ahí que las Final Four de 2013 y 2014 se disputarán en Londres. "Es un país donde mucha gente juega al baloncesto sin estar federado. Hay un público potente y queremos hacer esta inversión, hacer ruido, para ver si aparece un equipo fuerte en un futuro e incluirlo en la élite europea". La creación de una sección de baloncesto en un equipo de la Premier, siguiendo el modelo del Fenerbahçe en Turquía , es una opción. "Lo intenté con el Chelsea, pero no funcionó. El Bayern de Múnich tiene ahora un proyecto muy interesante en baloncesto. Ambos equipos son un buen ejemplo".

Ryder Cup.

Bertomeu sueña con un Mundial de clubes, pero lo ve aún lejano. "Desde hace años sé que la NBA no va a hacer una conferencia europea. En su mentalidad, ellos son los campeones del mundo y por eso no quieren una Copa Intercontinental. No hay discusión al respecto". El directivo recordó el enfrentamiento de 2010 que midió al campeón de la NBA, los Lakers, con el europeo, el Barça,­ con victoria para los azulgrana ("No les gustó nada") e intenta buscar nuevas fórmulas para las giras entre equipos de los dos continentes. "Incluso les ofrecimos un sistema tipo Ryder Cup para los enfrentamientos entre equipos europeos y americanos, que los partidos puntuaran y al final hubiera un campeón".

Una de las preocupaciones para el dirigente son los continuos bailes de jugadores en los equipos. "Existe un gran desarraigo. Si me preguntas jugadores del Espanyol no te podré decir más de seis y debería saber más". Tampoco le gustó el desembarco de jugadores NBA durante el lockout. "El tiempo me dio la razón. Ninguno de los equipos de la Final Four contó con jugadores de allí. No puedes crear un proyecto sin saber hasta cuándo vas a contar con un jugador".

La lentitud de la FIBA a la hora de cambiar normativas también le preocupa. "Hemos inventando normas absurdas como la eliminación del salto entre dos, cuando las posesiones alternas pueden decidir un partido. Se interrumpe demasiado el juego, los jugadores cortan contraataques, hay que aumentar el campo...". Y también se planta ante los futuros enfrentamientos de selecciones durante la temporada de clubes, algo que será aprobado el próximo 11 de noviembre. "Vamos a parar para que España juegue contra Armenia? Nosotros ya hemos dicho que no".