Hace seis meses de su último partido. ¿Cómo está de la rodilla operada?

Mucho mejor, en un mes espero entrenarme ya a un ritmo normal, aunque aún es pronto para decir cuándo volveré a jugar. No quiero precipitarme.

El Madrid le comunicó en junio que no contaba con usted, ¿qué ha pasado desde entonces? ¿El Barça y el Caja Laboral se plantearon su fichaje?

Varios se interesaron, pero, cuando el doctor que me operó en Berlín me dijo que me esperaban varios meses de baja, me olvidé del resto. Además, celebré mi boda. Ahora estoy en Belgrado recuperándome.

¿Podría acabar en el Partizán, donde es un ídolo?

No pienso en ningún equipo, sólo en recuperarme totalmente de la rodilla derecha, que es la que me lesioné en octubre de 2011 en Madrid (rotura de menisco). Los dos últimos meses de la temporada los jugué medicado, con dolor y si hubiera seguido así los problemas hubieran aumentado. Pero el doctor me dijo que me recuperaría, aunque primero debía consolidarse el cartílago. Voy bien.

¿Cómo salió del Madrid?

Entendí que no pudieran esperarme, pero dejé grandes amigos y espero ir a verles. Tuve momentos buenos y malos, aunque guardo un buen recuerdo del club y de la ciudad.

¿Le gustaría regresar?

Ahora no lo sé, pero... ¡claro que me gustaría!

Pablo Laso dijo que, al contrario que con Tomic, sintió su salida como algo personal.

Sabe que lo doy todo, me alegro de que dijera eso. No podía esperar a un jugador lesionado, la vida continúa, no lloro.

¿Sigue a su exequipo?

Sí, y lo veo muy, muy bien. Este año tiene posibilidades de hacer grandes cosas en la Euroliga. Los jugadores de siempreestán fuertes, también Niko (Mirotic); pero creo que Rudy marca la diferencia. Cuando se fue a la NBA el equipo lo notó.

¿Y qué le parece la marcha de su amigo Tomic al Barça?

Que le beneficia. Le va más el juego del Barcelona. En el Madrid es más importante el tiro, el ritmo. El Barça ha cambiado y el Madrid no tanto. Sin Vázquez ni Ndong, necesita tiempo.