El primer duelo en la ACB entre el Fuenlabrada y el CB Canarias se saldó con una justa victoria de los tinerfeños -la tercera de su cuenta-, que entendieron mejor cómo se debía jugar un partido marcado por la angustia clasificatoria de ambos. En el Fuenla reinó la precipitación, empezando por una mala dirección de Valters, mientras que en el bando isleño Ricardo Úriz sentaba cátedra con uno de los mejores partidos que se le recuerdan. Más allá de sus 15 puntos, siete rebotes y seis asistencias para un 25 de valoración, hizo lo que quiso ante los bases fuenlabreños y ordenó a sus gente con sabiduría.

Desde el inicio se vio que no iba a ser el día del Fuenla, que sigue sin ganar en su pista otrora casi inexpugnable. El Canarias se ponía 5-15 de inicio con un 0-10 de parcial. Sólo Feldeine aguantaba el tipo en los locales, espesos y distraídos en el rebote (3-12 en el primer cuarto). La salida de Colom les dio otro aire, pero el rival seguía sólido y Richotti sobre la bocina dejaba por delante a su equipo antes del descanso (34-37).

Intento. La buena salida de Vega en el tercer cuarto y el trabajo de Sené pusieron por delante al Fuenla (44-43, min. 25), que sin embargo se hundió al encarar los diez últimos minutos encajando un 0-9. Y ahí Úriz remató su gran actuación con un clínic de control y acierto, mientras Valters seguía con su anarquía y Laso demostraba que puede jugar más.