El Unicaja, que estuvo treinta y siete minutos por debajo en el marcador y arrancó con un 0-15, se apuntó un triunfo muy trabajado en el inicio del ''top 16'' de la Euroliga ante el Brose alemán, que fue superior en muchos momentos pero al que le fallaron las ideas en los instantes finales en un pabellón Martín Carpena en el que estaba invicto.

El equipo malagueño pagó con derrota en los dos primeros cuartos el mal comienzo con un parcial de 0-15 en los primeros cinco minutos. Los jugadores cajistas se contagiaron del escaso ambiente y entre el ritmo bajo, la defensa inexistente y la mala selección de tiro llevaron a un marcador inesperado.

El pívot croata Luka Zoric, el único superviviente en el primer cuarto, anotó los dos primeros puntos de tiros libres 2-15, y paulatinamente el cuadro de Jasmin Repesa comenzó a enmendar la situación, sobre todo a partir del 17-26 (m.12), tras un triple del alero estadounidense Casey Jacobsen.

No tuvo más remedio el Unicaja que apretar en defensa, con lo que comenzó a equilibrar el partido, tanto que un triple del base estadounidense Earl Calloway lo igualó (29-29, m.15).

Hasta ahí llegó el conjunto local, porque de nuevo notó la impotencia de querer y no poder ante un serio conjunto alemán, en el que el ala-pívot estadounidense Sharrod Ford hacía mucho daño en ataque. Además, los triples de Gavel y Goldsberry mantuvo al Brose por delante al descanso (39-45).

El paso por los vestuarios no benefició al conjunto malagueño, que volvió a atascarse (46-57) en un juego por momentos sin sentido y con muchos errores.

Para fortuna del Unicaja volvió a aparecer la magia del base estadounidense Marcus Williams, que con dos triples levantó el encuentro (63-65).

Ni siquiera una técnica a Repesa (63-69, m.30) alteró el libro de ruta de Williams, quien estuvo secundado por Andy Panko para situar al equipo malagueño por primera vez por delante en el minuto 37 con un 76-74.

La situación era completamente distinta. La presión era para un Brose que había perdido toda su efectividad, tanto que pese a aguantar hasta el 80-80, comprobó cómo el Unicaja sabía manejarse en los compases finales para sentenciar con un 85-80 que en el último instante se convirtió en el definitivo 85-82.