La venganza se sirve en el caliente plato del Top-16.Por lo menos para el Caja Laboral, que estrenó curso europeo con derrota en El Pireo y volvió a tropezar contra el Olympiacos en Vitoria en la ronda previa. Con Tabak todo ha cambiado. Ayer, ante ese campeón continental que encadenaba siete muescas en la Euroliga, sumó su décimo triunfo seguido.

El Baskonia empezó a todo trapo (13-4) gracias a la buena conexión Heurtel-Lampe. Luego el Olympiacos puso en pista a su gente más defensiva. Spanoulis, con permiso de Rudy el jugador más determinante de Europa, tomó las riendas para llevar a los griegos al 22-33. Los vitorianos se agobiaron porque no entraban los tiros.

El tercer cuarto cambió el panorama. Heurtel repartió juego, con Lampe y Oleson creciendo bajo su batuta, y cada ataque local encontró rédito.