El Real Madrid, flamante desde los bases a los ala-pívots, genera dudas por sus cincos puros. Begic y Hettsheimeir no están al nivel del resto de la plantilla, pero cuando Laso mira a su alrededor, al resto de aspirantes a la Euroliga, sabe que su enfermedad es parte de una pandemia: no quedan pívots dominantes en Europa, con la NBA seduciendo a cualquier joven alto y coordinado que despunta. Excepto en el CSKA de Krstic, mandan los cuatros de clase y buen tiro, de Mirotic a Lorbek, pero en la zona falta talento. Mucho.
Barcelona. Escepticismo. Cambió el perfil, de los defensivos Vázquez y Ndong a los ofensivos Tomic y Jawai, y ha perdido personalidad. Como en el Madrid, el croata hace números, pero es blando. El australiano, decepcionante.
Real Madrid. Anodino. Los minutos les delatan: Begic promedia trece y Hettsheimeir, seis. Al final juega Slaughter (2,04 raspados) que al menos defiende. En ataque, poca cosa. Espera que Hetts mejore según coja la forma.
CSKA Moscú. Dominante. Krstic (2,12 y 29 años) volvió a Europa en 2011 tras siete años notables en la NBA. Ha recuperado el nivel previo a sus lesiones y no extrañaría que volviese a América. Mejor pívot de la pasada Euroliga y va rumbo de repetir (17,5 de valoración). Kaun y Erceg, lujosos complementos.
Fenerbahçe. Fiasco. Su decepcionante torneo se vincula en gran parte al fracaso de sus dos fichajes interiores de relumbrón: David Andersen y Mike Batiste, ambos una sombra de lo que fueron. Savas y Peker, puro relleno.
Efes Estambul. Notable. Pese a sus limitaciones ofensivas, Erden ha respondido en su regreso de la NBA. Rebotea bien en ataque y fuerza faltas, pero no domina partidos. Barac no ha vuelto al nivel de su último año en Vitoria.
Panathinaikos. Caótico. Su fichaje estrella, Hilton Armstrong, fracasó y le echaron; Schortsanitis es un fenómeno de escaso aguante (por eso sigue en Europa) y, así, el jueves fueron titulares dos ala-pívots no muy grandes llegados de la ACB: Gist y Lasme.
Olympiacos. Precedente. El vigente campeón demostró que no es necesario un gran pívot para ganar el torneo y no ha cambiado el perfil. Su mejor interior, Hines, es un ala-pívot de 1,96. Acaba de fichar a Shermadini (2,16) para complementar a Antic y Mavroeidis. Clase media.
Monte. Siena. Opaco. Se fueron McCalebb y Pianigiani, pero el Siena resiste gracias al show de Bobby Brown, su eléctrico base. Con la anotación fuera de sus reponsabilidades, dos pívots expertos como Ress y Eze cumplen sin alardes, pero son jugadores de clase media-baja.
Zalgiris. Disciplinado. Los veteranos Lavrinovic se han adaptado bien al organizado estilo de Plaza, pero físicamente no son los de antes y, cada vez que pueden, se van al triple. El ala-pívot Jankunas rebotea más que ambos. Javtokas sigue lesionado y Foote es pura intendencia.
Khimki Moscú. Secundario. Una de las sensaciones del torneo; es otro equipo que brilla en el perímetro (Fridzon y Planinic) y es discreto dentro. Paul Davis es sobresaliente en ataque e insuficiente en defensa. Kresimir Loncar y Augustine son cumplidores, pero no marcan diferencias.
Caja Laboral. Intrigante. Uno de los juegos interiores con más potencial. A Lampe, MVP de diciembre, le gusta salir al triple, pero tiene músculo, centímetros y movimientos para hacer daño dentro. Pleiss (2,13) es una eterna promesa, pero ha dado síntomas recientes de mejoría.