El Barcelona acabó con la impresionante racha del Caja Laboral. Tras la derrota de Tabak al frente del banquillo, en Kaunas ante el Zalgiris, el técnico croata había encadenado 17 triunfos, igualando la mejor racha vitoriana, y había superado a Pesic como el mejor entrenador que llega ala Liga Endesacon la competición ya iniciada. El Barça mostró su cara de Euroliga, tan distinta a la dela ACB; con Mickeal al volante, se puso muy serio en el último cuarto y se dio un baño de autoestima.

Si el Barcelona andaba con dudas, Xavi Pascual quiso evitar tembleques y dio un aviso desde el cinco inicial, al apostar de salida por Navarro, de vuelta tras la lesión.La Bombase aplicó en el tiro desde bien temprano, con dos supercanastas que le convirtieron en el primer jugador que llega a los tres mil puntos enla Euroliga, por delante de históricos como Marcus Brown (2.739), Lakovic (2.524), Vujcic (2.444) y JR Holden (2.388).

El fuego inicial fue apasionante. Lampe gobernó ambas zonas y, bajo un ritmo endiablado, el Barcelona se aferró al acierto triplista, aunque parecía estar incómodo. La refriega se ralentizó en el segundo acto. Ingles está en todas las quinielas para salir, pero demostró que no le afecta y desatascó a los culés. Una falta del australiano desató una fuerte protesta de Marcelinho, al que le castigaron con técnica. Curiosamente descentró a Baskonia, que pasó del 34-31 aun 34-37 que era la máxima diferencia visitante. Pascual tenía claro que con Milko Bjelica y Lampe enfrente, tenía que jugar con un pívot abierto, y Wallace desajustó a los vitorianos. Si Baskonia no tenía a alguno de sus cinco titulares, los hombres fuertes, bajaba la nota. Y el Barça pudo desactivar el peligroso ‘pick and roll’ entre Heurtel y Lampe.

El Barcelona salió abrasador en el segundo tiempo. El mejor Mickeal de las dos últimas temporadas tomó las riendas y su equipo, apoyado en cuatro grandes (con Pete e Ingles en las alas) estabilizó una ventaja de trece puntos (54-67, afalta de 12:59). Su defensa ocupó mucho espacio e incomodó a los locales, que se empecinaron en poner el ancla en la línea de tres. Tabak puso en liza a Nemanja y con un colosal Lampe encontró un 8-0 para desplegar incertidumbre (70-71, afalta de seis minutos para acabar). Pero los pupilos de Pascual devolvieron el golpe en un suspiro (0-7) y cerraron la racha baskonista. Los dos equipos marchan ahora empatados en el grupo, con 4-1.