Vitoria es baloncesto. Y Copa del Rey. La afición baskonista tiene una rutina inculcada durante más de dos décadas de movilizarse cuando llega el torneo invernal. Tras agotar los abonos que entrega la ACB a cada club, los hinchas se lanzan raudos a por las entradas sobrantes cuando se abre el plazo para el público en general. Esta vez se espera que la marea roja alcance más de la mitad del aforo, esto es, cerca de ocho mil localidades.

El Buesa Arena se pone guapo estos días para batir un nuevo récord de asistencia a un partido de la competición copera. La marca quedó establecida en la pasada edición, en el Sant Jordi, con las 15.128 almas que congregó el Barça-Madrid­. Ahora hay 15.504 asientos disponibles­.

Una huelga de hostelería amenazaba con paralizar la actividad de la capital vasca en cuatro días de auténtico frenesí. Finalmente se llegó a un acuerdo y el bullicio permitirá aumentar la población local en un 3,5%. Se espera que la competición atraiga a casi 8.000 visitantes, en su mayoría bilbaínos y madrileños. También vendrán aficionados de equipos no clasificados. Catorce hoteles ya ha colgado el cartel de completo y, otros, están a punto de hacerlo. Incluso en los apartamentos y alojamientos rurales del término municipal de Vitoria resulta imposible encontrar cama. La ocupación está al 90% y en muchos sitios hay lista de espera. "Diciembre, enero y febrero son los meses más duros para nosotros. Por suerte, este año lo empezamos con alegría", coinciden los gerentes hoteleros.

Carnaval. El Ayuntamiento quiere mostrar, desde distintos prismas, una ciudad que estos días también celebra el Carnaval. Así, ha editado un folleto sobre el campeonato que llevó a Fitur, en Madrid. Quienes presenten las entradas de la Copa tendrán descuentos en algunos establecimientos y en museos. Habrá visitas turísticas guiadas. La ciudad deportiva del Baskonia, junto al Buesa, albergará la Fan Zone, un lugar de encuentro de las aficiones.