Por la zona del equipo llamado del Oeste, en el Celebrity Game de Houston, patrullaban los brazos como aspas de un tal Dikembe Mutombo: 2,17 de altura. Pero en la zona del Este ardía un duelo que oponía a dos mundos radicalmente opuestos: Arne Duncan (48 años), secretario de Educación en el gabinete del presidente Barack Obama, alero blanquito, pálido, canoso, zurdo y graduado en Harvard, era defendido palmo a palmo por el bruñido jamaicano Usain Bolt, El Relámpago, el plusmarquista mundial de 100 y 200 metros lisos. Duncan (cuyo cargo tiene rango de ministro en Estados Unidos) es habitual junto a Obama en esos partidillos (pickup games) que ya costaron un diente al poderoso mandatario.
Pero Duncan demostró a Bolt (no tan coordinado para el baloncesto), por qué jugó en el equipo de NCAA de Harvard, en los años 80: el secretario de Educación firmó 11 puntos, siete rebotes y cinco asistencias. "No puedo ganar a Bolt en un concurso de popularidad ni en una carrera, pero sí quería ganar el partido a toda costa", analizó Duncan, que ya logró 17 puntos en el Celebrity Game de 2012.