Una canasta, con el crono a cero, del pívot azulgrana Ante Tomic, que rompía el empate que el Fuenlabrada había forzado por medio de un triple de Valters cinco segundos antes, ha evitado la sorpresa en el Palau Blaugrana, ya que la modesta plantilla de Trifón Poch plantó cara hasta el final y obligó a los de Pascual a remontar un sorprendente 17-33 (minuto 21) en contra.

Pascual dio descanso hoy a Juan Carlos Navarro e hizo debutar en el Palau a Brad Oleson como titular, aunque no estuvo acertado. Los azulgrana empezaron fríos y sin ritmo y los visitantes con siete triples (Kurz, 4, Feldeine, Mainoldi y Vega) de nueve intentos en el primer cuarto, destrozaban totalmente la defensa azulgrana al final del primer cuarto (15-28).

El segundo triple de Feldeine daba la máxima ventaja al Fuenlabrada (17-33, min. 12) y Pascual devolvía a Tomic a la pista, cerrando mejor la defensa para salir al contragolpe, con Xavier Rabaseda— que cumplía su encuentro número 100 como azulgrana —y Mickeal como mejores bazas, logrando un parcial de 7-0 (24-33, min.14) que cortaba la racha visitante.

Los de Trifón Poch estaban dispuestos a dar la cara, pero la superioridad de las rotaciones del Barcelona iba minando su resistencia y su efectividad exterior (1 de 5 triples). Un nuevo parcial de 7-0, con Mickeal (5 puntos) muy acertado, establecía un corto 33-37 al descanso.

La salida fulgurante del Barcelona, con Tomic y Mickeal imparables, lanzaban al Barça a un parcial de 10-2 que ponían a los locales por delante por primera vez en el encuentro (43-42, min. 26), pero los visitantes no se rendían y obligaron a Pascual a pedir tiempo al comienzo del último cuarto (53-55, min. 33) tras una canasta de Quino Colom.

El quinto triple de Robert Kurz (56-60, min. 32) daba aire a los madrileños, aunque el Barcelona, de la mano de Huertas y del hoy efectivo Álex Abrines, volvió a la carga y a tomar el mando del encuentro con un parcial de 10-3 (66-63, min. 36). Todo parecía decidido para los locales, pero Kristaps Valters empataba con un triple a falta de cinco segundos (70-70) y sólo la milagrosa canasta de Tomic evitaba la prórroga.