Europa es el retiro espiritual del Unicaja esta temporada. Esa competitividad que tanto se le echa en falta en la ACB, donde vive en permanente estado de bochorno, se transforma en carácter cuando le plantan el sello de la Euroliga en el pecho. El equipo del más que sobrevalorado Repesa gano en la pista del Brose Baskets y conserva la vigencia de su candidatura al Top-8.

Sufrió más de lo normal el Unicaja. Porque llegó a tener el partido encarrilado poco después de comenzar el tercer cuarto. Con un baloncesto alegre y fluido y Zoric en plan excelso, los malagueños agarraron el timón del choque de salida. Calloway y Urtasun ponían orden por fuera, mientras que Zoric ejercía un dominio abrumador bajo los aros. Nachbar lideraba la resistencia alemana, pero su claridad de ideas en ataque era del todo insuficiente. Unicaja gobernó los dos aros con relativa facilidad hasta el descanso (28-38) y continuó imponiendo su juego también en el tercer cuarto.

Zoric siguió creciendo en la pintura y el Unicaja empezaba a encontrar antídoto para frenar a Nachbar. La distancia alcanzó los 16 puntos poco después de iniciarse el último cuarto (41-57). Pero no están los verdes acostumbrados a irse a la ducha sin llevarse unas cuantas broncas de Repesa. Apareció la pájara de cada día y Ford, punto a punto, fue equilibrando el partido hasta lo insospechado (62-63, minuto 39). Pero Zoric no estaba por la labor de que le manchasen su MVP. Una canasta y un tiro libre suyos finiquitaron el partido y permiten al Unicaja seguir albergando esperanzas de pelear la cuarta plaza del grupo al Panathinaikos.