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RATIOPHARM ULM 85-UXUE BILBAO 81

El Bilbao sale vivo tras verse casi fuera en el infierno de Ulm

Un 0-8 al final del partido deja las espadas en alto para la vuelta de cuartos del próximo martes en Miribilla. John Bryant (30 puntos y 7 rebotes) fue una pesadilla para los bilbaínos.

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Nikos Zisis, del Uxue Bilbao, supera en carrera al base del Ratiopharm Ulm Lance Jeter.
Nikos Zisis, del Uxue Bilbao, supera en carrera al base del Ratiopharm Ulm Lance Jeter.Thilo Hensel / RU

Un parcial de 0-8 permitió al Uxue Bilbao dejar con vida la eliminatoria de cuartos de la Eurocopa ante el Ratiopharm. En el partido de ida, disputado en el infierno de la bombonera de Ulm, Hamilton abrió la puerta a la esperanza cuando peor pintaban las cosas con un triple y un robo en campo propio que acabó en un mate. Luego Hervelle encestó una canasta lejana y Zisis convirtió un tiro libre. Del inquietante 85-73 se pasó al definitivo 85-81, que deja las espadas en alto para Miribilla.

El Ulm hizo su habitual propuesta ofensiva, con mucho ritmo y el estilo que le ha llevado a la fama: run and go (correr y tirar). Todo empieza desde su base, el internacional germano Güenther, y se remata con Bryant, un cinco lento y tosco pero con muchos fundamentos, un pívot a la vieja usanza. Frente a él, el Uxue Bilbao se comportó con tibieza durante casi todo el partido. Jamás se aplicó en que no recibiera o en buscar contactos e impedir que echase el balón al suelo, y el norteamericano de coleta se forró: 23 puntos llevaba al descanso, con sólo dos fallos en tiros de dos. Era un jugador omnipresente y apenas le hizo cosquillas la labor de desgaste que intentó tejer Katsikaris con Hamilton y Rakovic.

El Bilbao afinó su defensa tras el tanteo inicial y encontró mucho acierto exterior, empezando por un Vasileiadis celestial (13 puntos en el primer acto), para irse por 12 puntos. Ante eso, los alemanes abusaron del triple si no conectaban con Bryant. Pero una antideportiva de Rakovic y la mayor fluidez local apretaron el tanteo hasta el 34-36 a 4:23 para el descanso.

Los bilbaínos salieron dormidos de vestuarios. Tiraron por la calle del individualismo y facilitaron los buenos porcentajes del Ulm. Así, Schwethelm empató y Bryant anotó un par de triples para el 50-47 a falta de -17:51. Katsikaris paró el juego para reunir a su equipo y exigir, con grandes aspavientos, que volvieran a jugar los sistemas y ceñirse a un guión solidario. El equipo lo entendió a medias, porque después cogieron el testigo un gran Ray y Jeter para poner la ventaja en once puntos (71-60 a falta de ocho minutos). Zisis parecía cansado (en pocas horas se metió una minutada ante Unicaja en Málaga y gobernó al equipo en Alemania) y en el momento caliente se echó de menos la templanza de Raúl López, que no jugó por molestias en el gemelo. Los alemanes se fueron hasta la docena de ventaja, tras triple de Nankivil (83-71), que acabó muy crecido, y vieron muy cerca las semifinales mientras la desesperación era bilbaína. Por suerte, la experiencia ACB tuvo su peso antes de que cayera el telón y la serie viajase para Miribilla.