Mirotic fue el mejor (19 puntos con sólo nueve lanzamientos) y Mirotic sentenció con una sencilla canasta sobre la bocina que casi garantiza al Real Madrid la primera posición de la Liga regular. En una jornada dominical con tanta competencia televisiva, se agradece el buen espectáculo que ofrecieron ambos equipos. No queda otra si hay que hacerse un hueco entre gigantes como Alonso y Nadal. El Herbalife Gran Canaria peleaba por amarrar el playoff, los visitantes, por el liderato. Pero sin urgencias, sin estrés, ese corrió a cargo de la afición grancanaria, que vivió el duelo como siempre ante los poderosos, como si le fuera la vida en ello. Qué ambiente y qué emotivo homenaje previo a Jim Moran después de diez años en la isla.
Para el Madrid, la semana estuvo cargada de emociones, pero encaró bien el partido. Tel Aviv había quedado atrás el martes y le dio tiempo para recuperarse un poco del desgaste físico y mental del playoff (Rudy sólo jugó nueve minutos tras golpearse en el cuello). La semana, eso sí, ha demostrado que el amarillo combina con el blanco, digan lo que digan.
Vimos a un Madrid poliédrico, con un quinteto que percutía dentro, y que intimidaba con Begic, y otro que abusaba del triple; un equipo concentrado y al rato desorientado; un bloque con la presencia pujante de Mirotic y de Suárez y otro sin ellos… En el lado opuesto de la melé, el Granca hizo un trabajo formidable, labor de hormiguita, pero con cuerpo de fajador y moral de portero del Alcoyano. Aguantó sin venirse abajo cada acelerón blanco (como el del primer cuarto con cuatro triples seguidos). Las ventajas tocaron varias veces los diez puntos, aunque siempre hubo un lazo a mano para atrapar al rival. Tira y afloja.
El reto de los de Pedro Martínez era entrar en el último minuto con alguna opción, aunque fuera viniendo desde atrás, por sorpresa, y lo logró con un Spencer Nelson fantástico (24 puntos). Del 59-67 al 66-67 a menos de setenta segundos. Momento de turbulencias para la nave madridista, confusa en la dirección, aturullada. Quizá ahora sí la semana se le empezaba a alargar demasiado. De ahí hasta la bocina vimos tres triples (uno de Sergio respondido por Toolson y Alvarado) y cuatro tiros libres, dos por barba. Ambos técnicos querían la última posesión y la tuvo Llull con empate a 74 y sólo ocho segundos. Atacó el aro y se fue largo, palmeó sin acierto Reyes (histórico de la ACB con 6.001 puntos) y Mirotic resolvió con un rebote de ataque y canasta a tabla: 74-76. A cuatro jornadas del final, el Madrid necesita sólo un triunfo o un traspié del Caja Laboral para atar matemáticamente el primer puesto.
