Parker y Duncan golpean en el primer triunfo de los Spurs

MIAMI HEAT 88 - SAN ANTONIO 92

Parker y Duncan golpean en el primer triunfo de los Spurs

Parker y Duncan golpean en el primer triunfo de los Spurs

Mike Ehrmann

AFP

Los Spurs de San Antonio vencen a domicilio por 88-92 a los Heat en el primer partido de las Finales de la NBA. Parker y Duncan fueron decisivos.

Aunque los San Antonio Spurs no jugaban desde que acabaron con los Memphis Grizzlies, el 27 de mayo, eso no les impidió ofrecer una nueva demostración de precisión y método, para arrancar en el American Airlines Arena de Miami (ante 19.775 espectadores) el primer triunfo en la gran final de la NBA: 88-92. Como de costumbre, los Spurs descansaron sobre su trío de grandes veteranos: Tony Parker (21 puntos con 9/18 en tiros, más seis asistencias y la canasta decisiva), Timothy Duncan (20 puntos, 14 rebotes, cuatro asistencias) y Manu Ginóbili: 13 puntos, con 2/5 en triples y cuatro asistencias. Ayudaron sobremanera Danny Green (12 puntos, con 4/9 en triples) y, de nuevo, el versátil Kawhi Leonard: 10 puntos más diez rebotes, además de buena defensa sobre LeBron James. 11 jugadores de los Spurs debutaban en una final de la NBA. De la plantilla de San Antonio que ganó el título en 2007 sólo permanecen Parker, Duncan, Ginobili y Matt Bonner. La España del fútbol, con sus campeones del mundo, estuvo presente en las abarrotadas tribunas del American Airlines Arena, junto con Dan Marino, mítico ‘quarterback’ de los Miami Dolphins.

Curiosamente, los Spurs cedieron en todas las estadísticas clave… pero su increíble precisión en la ejecución les llevó a perder sólo cuatro balones a través de los 48 minutos de juego, aunque el partido se extendió en total durante dos horas y 29 minutos. Miami dominó en rebotes (46-39, con 18 capturas para LeBron), acertó más en tiros de campo (43,6%-41,7%), pasó mejor el balón (20-16 en asistencias) e incluso anotó un triple más que San Antonio: 8-7. Los Heat tampoco manejaron mal el balón, con sólo ocho pérdidas, pero eso no sirve si el infinito control de los Spurs, con Parker al mando, sólo concede cuatro pírricos balones al rival…

“La final más anticipada quizá en los últimos 30 años”, según avanzó el Comisionado David J. Stern, que se va despidiendo poco a poco, se abrió en el American Airlines Arena poco después de conocerse que George Karl no continuaría en los Denver Nuggets. La marcha a Toronto del ‘general manager’ Masai Ujiri dejó a Karl sin aliados ante la volátil directiva de Denver, que ya estaba harta de las exigencias del ‘Entrenador del Año’ en la NBA. Para empezar, los Spurs enseñaron los colmillos y salieron de estampida: 2-9 en sólo dos minutos. Con buenos minutos de un lanzado Dwyane Wade (13 puntos antes del descanso) y LeBron James (diez puntos en la primera parte), más triples de Ray Allen y Mike Miller, Miami fue arreglando la situación y llegó al descanso con ventaja de 52-49. Tim Duncan (12 puntos al intermedio, tras fallar sus cinco primeros tiros) y Parker (nueve puntos y cuatro asistencias en el primer tiempo) impidieron la escapada de Miami. Sólo en el segundo cuarto, Duncan se apuntó 12 puntos y nueve rebotes, mientras la explosividad de Parker hacía estragos… pese a que Miami fue rotando en la defensa del base ‘spur’ casi a cada uno de sus jugadores titulares. A ocho décimas de la sirena de la primera parte, Duncan recibió de Parker en saque de banda… y firmó una suspensión suave e inevitable, con pasito atrás ante Allen y Joel Anthony: de ese modo, el 52-49 del descanso traía una sombra de inquietud a los Heat.

Miami resistió en un tercer cuarto que aún cerró por delante: 72-69, con ventajitas entre uno y tres puntos. Pero Parker andaba suelto: la defensa de Miami no podía quitar el balón de su manos, y en el minuto 41, a 7:47 del final, el base francés puso por delante a los Spurs en dos tiros libres tras falta del impotente Norris Cole: 76-77. Ahí, los Spurs empuñaron el bisturí y los Heat, que mandaban por 76-73 a 9:04 del fin… se vieron sumergidos por un parcial de 5-15 en menos de cinco cruciales minutos, que imponía el 81-88 (cuarto triple de Danny Green en asistencia de Ginóbili)… cuando ya sólo quedaban dos minutos y 13 segundos. Viendo que el partido se perdía irremisiblemente, LeBron ‘King’ James tocó generala pese a la implacable persecución de Kawhi Leonard, empezó a buscar penetraciones y desencadenó la última carga de los Heat: seis tantos de James (7/16 en tiros,con ‘triple doble’ de 18 puntos, 18 rebotes y diez asistencias) más tres tiros libres de Allen (13 puntos, 4/5 en triples) devolvieron la esperanza a Miami: era 88-90 a 31,3 segundos de la sirena.

Entonces estalló de nuevo la rapidez de Parker, que se escurrió y cortó la defensa de Miami para anotar sobre Lebron James, casi de rodillas y al límite de la posesión, uno de sus tiros cortos a tablero, casi imposibles de defender: 88-92, a sólo 5,2 segundos. Los árbitros revisaron la grabación de la jugada para comprobar que la posesión ‘spur’ no había llegado a su final antes del tiro de Parker. Ahí, Wade (17 puntos, con sólo cuatro en la segunda parte) falló en su última entrada y el tiempo se agotó justo cuando Chris Bosh agarró el rebote ofensivo. Bosh concretó 13 puntos, cinco rechaces…y un inexplicable 0/4 en tiros de tres. Tanta insistencia de Bosh en los triples dejó sorprendido al mismo LeBron James, que rezonga: “Estoy aquí para ganar el Campeonato, ya lo perdí otra vez (2007) ante este mismo equipo. El resto me trae sin cuidado”. “LeBron nos va a dar muchos más problemas que en 2007”, analiza (y vuelve a analizar…) el metódico Popovich,jefe y director del plan de los Spurs. Gregg Popovich sabe que esto apenas acaba de empezar. El segundo partido llegará el domingo: de nuevo en Miami. Y de nuevo con Parker, Duncan… y LeBron.

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