La Sub-18 puso el domingo el broche a un verano histórico de las Selecciones femeninas: 36 victorias españolas en los 36 partidos de los campeonatos de Europa de cuatro categorías, desde cadete hasta la absoluta (sólo se escapó el Mundial júnior: cuarta plaza). Una gesta nunca alcanzada por otro país. 36 triunfos sin mácula, a nueve por Eurobasket, que se resumen con una ventaja media de 19 puntos y cuatro oros. Una exhibición que recompensa el trabajo de la Federación en un 2013 en el que ha rendido tributo a las jugadoras pioneras de hace medio siglo y a las campeonas en 1993.

Ellas pusieron la semilla, pero la eclosión se ha producido en este siglo. Cuenta Amaya­ Valdemoro que una de las claves es que la FEB empezó  a tratarlas igual que a los equipos masculinos. Y así, se ha pasado de no lograr medallas a sumar cuatro títulos este verano. En un proceso en el que la Selección absoluta, como ha pasado con los chicos, ha tirado, con su regularidad para subir al podio, de la cantera. En cada Selección se ha instalado la percepción de pertenecer a un equipo. Unidad de grupo, la que llevó a las Sub-18, por ejemplo, a jugar un improvisado partido de fútbol previo a la final ante el asombro del entrenador francés. "¡Los españoles estáis locos!", decía con humor.   

El reto ahora es mantener arriba el listón y limitar los efectos de una crisis económica que obligará a emigrar a algunos de los mejores talentos, como Leticia Romero, MVP Sub-18, que se marcha a Kansas State.