En uno de los mejores concursos de triples de los últimos años por emoción y calidad, un chaval de 16 años, Josh Ruggles, poseedor de un récord Guinness tras anotar 135 triples en cinco minutos, ganó a los siete profesionales de los equipos ACB. Batió en una final plena de aciertos al madridista Jaycee Carroll tras empatar ambos a 25 puntos. En el desempate, que se realiza con 30 segundos en el marcador en vez del minuto habitual, Ruggles firmó el triunfo con un ajustado 14-12. Antes había superado en cuartos a Scott Wood, del UCAM Murcia, por 21 a 14 y en semifinales al ídolo baskonista Andrés Nocioni por 18 a 17.

En teoría, Ruggles ganó un premio de 4.000 euros, pero ha tenido que renunciar a él por la normativa de la NCAA estadounidense (aún está en el instituto). El de Wheaton Academy parecía nervioso en el calentamiento, acostumbrado a lanzar en soledad en sus intentos de récords, primero de cerca y poco a poco alejándose del aro hasta llegar a la línea de tres puntos.

Le caían los balones del resto de participantes encima, se le veía incomodo, pero cogió el tono durante el concurso y en la final explotó ante un magnífico Carroll. Ahí, en ese momento, sintió el aliento del Buesa Arena que le jaleaba. Se notaron sus series de más de 500 tiros seguidos, sus 3.000 tiros semanales de entrenamiento, una y otra vez, ejecutando un lanzamiento sobre todo de brazo, con poco impulso de sus pies y más aún comparado con Carroll. La rutina le ha otorgado una mecánica casi perfecta. Resulta difícil verle fallar dos lanzamientos seguidos, y tres, casi imposible. Josh Ruggles: los triples son suyos, el dinero, no.