La final de la Supercopa fue el primero de una tormenta de Clásicos que está por venir, como en las últimas temporadas, donde el Madrid y el Barcelona se han cruzado en todas las competiciones. No juegan solos, pero los títulos dependerán en buena medida de sus duelos.

El Barça, cuando estén sus cinco fichajes rodados y con Navarro y Lorbek recuperados de sendas operaciones, será mejor que el de la campaña pasada. Bastante mejor. ¿Y el Madrid, que ha perdido a Suárez y Begic, pero tiene ahora a Bourousis y Mejri?­ “Lo que le digo a mis jugadores es que hay que ser cada día mejores”, cuenta Laso. Y parece, por lo visto en la Supercopa, que están en el camino. Así lo creen en el vestuario.

Sin Carroll y con Rudy en el banco, el Madrid abrió brecha (56-67). Uno de los nuevos, Ioannis­ Bourousis (2,10 m) tuvo un papel significado. Puso tres tapones, el último sentenció el título, cogió seis rebotes y transmitió sensación de peligro bajo el aro rival. Otra amenaza a sumar a la de Reyes y Mirotic (sacó a Nachbar del partido).

El griego tiene puntos y mucho oficio. Sus compañeros le felicitaron efusivamente. Luego, le preguntamos a Rudy si tenía la percepción de que este Madrid fuera más fuerte que el de la campaña anterior. Alabó la continuidad del bloque y añadió: “Con la experiencia de Bourousis en el juego interior creo que podemos serlo”. Quizá sea el jugador que complete el rompecabezas blanco, el pívot que acabe con la maldición que persigue al cinco­ titular­.

“La victoria nos ha dejado un sabor de boca que vale incluso más que haber logrado el trofeo —añade Rudy—. Empezar con un éxito es importante para una temporada que se hará muy dura tras un Eurobasket demasiado largo. Lo pagaremos físicamente, sólo esperamos que sea lo mínimo posible”.

Polémica. El primer Clásico de la campaña tampoco dribló la polémica, con Carroll descalificado en un rifirrafe con Sada, que el público vitoriano­ juzgó como un exceso de teatralidad del base culé y no paró de recriminárselo hasta la entrega de trofeos. “Yo no vi la acción en el campo, pero mi cuarta personal (con técnica posterior) no fue”, explica Rudy. El Madrid, pese al triunfo, acabó el partido muy molesto con el arbitraje. “Ved la jugada polémica por televisión y opinad”, decía Pablo Laso. Xavi Pascual, por su parte, habló de la diferencia de faltas (31-24), de sus pívots eliminados (Lampe, Nachbar y Tomic), aunque endulzó la queja atribuyéndolo a “una mala defensa del uno contra uno”.

La pimienta está sobre la mesa, sólo hace falta que lleguen más platos fuertes: Liga, Copa y Euroliga­.