Se constata que durante el periodo estudiado de la competición (1999-2000 a la 2011-12), la ACB nunca ha llegado a ser rentable, destacando que en los cuatro últimos ejercicios los gastos de personal (100.959.157,03 en la 11-12) han superado los ingresos de la competición (96.928.811,54)”. Este es el enunciado del punto número uno de un devastador informe del Consejo Superior de Deportes que ya ha sido entregado a los 18 clubes de la Liga Endesa y al que ha tenido acceso AS. Como ya informó este diario el pasado 26 de noviembre, el CSD, en un ejercicio de responsabilidad con el deporte profesional, impondrá en el baloncesto los mismos parámetros de control económico que ya dan resultado en el fútbol.
El documento establece más conclusiones. En el punto dos, el CSD señala que “la contención del gasto que se constata en estos dos últimos ejercicios (-14%) no ha venido acompasado con un sostenimiento de los ingresos, que han disminuido en un 25% desde 2006-07”. El punto tres ataca directamente a la deuda: “Ha sufrido un incremento constante, triplicándose, excepto en el último ejercicio en el que hay una ligera reducción. El fondo de maniobra ha sido permanentemente negativo con el riesgo que supone para la solvencia a corto plazo”.
El CSD, que trabaja en este informe desde hace más de seis meses, persigue una regeneración de la competición con lógica porque los datos son escalofriantes. Hay un fin de transparencia y, especialmente, el convencimiento de que la ACB tiene herramientas para salir de la crisis, pero con un ejercicio de realidad que el secretario de Estado, Miguel Cardenal, ya hizo ver a la LFP con resultados positivos. El diferencial beneficio-pérdida del curso 11-12 fue de -68.237.030,25. Lo peor es que la ACB nunca consiguió dar beneficios en ninguno de los trece cursos auditados. La mayor brecha entre ingresos y gastos se produjo en el curso 2008-09, en el que los números rojos alcanzaron los 86.107.732,94 millones.
El informe, de 22 páginas, se divide en cuatro capítulos. En el primero, sobre los resultados de la competición y su financiación, hay cifras preocupantes. A saber, la evolución al alza del endeudamiento, con un incremento de la deuda de un 186%. En el curso 2011-12, la deuda total de la ACB ascendía a 113.988.955,59 euros, 74,1 más que hace trece años. El endeudamiento tocó techo en la 2010-11 (132.390.201,53). El desglose de la deuda en el último ejercicio que computa el informe es el siguiente: 31.376.307,90 euros de deuda con la Administración Tributaria, 1.129.914,25 con la Seguridad Social y de 69.476.220,67 de deuda privada (bancos, entidades deportivas...).
Dureza. Más cruda para la ACB es la conclusión que alcanza el documento en el primer punto del primer capítulo. “La ACB no ha generado en el periodo estudiado, a través de su actividad ordinaria, suficientes recursos para ser rentable”. El punto seis de ese capítulo, sobre el fondo de maniobra, extrae conclusiones que alcanzan casi un tono dramático. “El fondo de maniobra de la Competición (diferencia entre el activo y el pasivo corriente) es negativo en todos los ejercicios, lo que es un claro indicativo del riesgo de suspensión de pagos, aunque en la temporada 11-12 se observa una mejoría al reducirse el fondo de maniobra negativo en un 12,5%”. Cabe recordar que en los últimos años desaparecieron cuatro clubes ACB: Granada, Girona, Menorca y Lleida. Cinco más entraron en concurso: Alicante, Valladolid, Estudiantes, Joventut y Tenerife.
El nuevo control económico, que se pondrá en marcha al inicio de 2014, quiere atacar a las masas salariales. Los gastos en plantilla representan el 60% de los gastos de explotación y superaron la totalidad de los ingresos ordinarios. En cualquier sector económico, la masa salarial está entre el 30% y el 50% de los gastos de la empresa. En el baloncesto, anda por las nubes. En torno al 80% del gasto se destina a las plantillas. Como en el fútbol, es hora de la transparencia y de un baño de realidad.
Todos los cursos hubo pérdidas
El balance de la situación financiera de la ACB demuestra que en las 13 temporadas que engloba el informe del CSD en ninguna hubo ganancias. Los ingresos han ido creciendo muy despacio, con temporadas en las que hubo retrocesos. Los gastos siempre han ido en aumento hasta que la caída de los contratos televisivos, de las audiencias y de los patrocinadores obligaron a apretarse el cinturón las dos últimas campañas. Las pérdidas no flaquean. En el 2000 la deuda fue de más de 19 millones. La de 2012, de 68. El récord fue en la 2008-09 con más de 86 millones.
