Barcelona: el enfermo no mejora

PERFORM

CSKA 79- BARCELONA 65

Barcelona: el enfermo no mejora

Mal partido del equipo azulgrana, que vuelve a perder y que ni siquiera defiende los nueve puntos del average. Queda casi abocado a la tercera plaza de grupo.

Encefalograma plano. Pronóstico del enfermo: grave. El Barcelona perdió en Moscú ante el CSKA, lo que no está fuera de lo normal si no fuera por las sensaciones y la repetición de los mismos problemas de derrotas anteriores. Derrotas: siete ya en partidos oficiales para un balance de 13-7 entre Supercopa, ACB y Euroliga. Lo malo es que son muchas; lo peor, que son un reflejo de la triste realidad de un equipo que ni siquiera defendió el average del Palau (79-70) y que puso en bandeja un triunfo finalmente cómodo a un CSKA que tampoco está para lucimientos. Tiene tantos mimbres y una profundidad de plantilla tan extraordinaria que suponemos que finalmente estará en la Final Four. Lo mismo que esperamos del Barcelona aunque ahora ninguno de los dos está en perfecto estado de revista, peor el Barça después de un partido que se quedó muy por debajo de los nombres, muy por debajo de las plantillas y muy por debajo de lo que ya es un clásico del baloncesto europeo. 13-11 ahora para el CSKA  en la serie histórica después de un duelo de perfil bajo en el anticlimático USH CSKA. Presentación a la americana, el carisma de Prokhorov en la grada y… frío, mucho frío. Ya llegará la primavera. O no.

El CSKA, como Unicaja el domingo, hizo lo justo. Cositas de buen equipo y buen uso de las oportunidades que regala este Barcelona. Sin hacer nada del otro mundo se escapó en un segundo cuarto horrendo del equipo azulgrana (42-31 al descanso). Y sin despeinarse demasiado volteó el volteo del tercero: 46-49 en el minuto 27 y tras una excelente remontada de un Barcelona que se fue de nuevo por el desagüe en el último cuarto. Por lo demás Messina se limitó a mover piezas hasta que encajó el puzzle: Weems, Krstic, Vorontsevich y ese Hines al que todo entrenador debería querer en su equipo se bastaron en un ataque controlado (6 pérdidas, 5 en ese grupuscular tercer cuarto) y una defensa que se cerró sobre Tomic y observó como el Barcelona se estrellaba contra su incapacidad para producir de forma fluida desde el exterior más allá de las apariciones de Navarro, inconstante, y un Oleson cuyo regreso fue la única buena noticia para Xavi Pascual. Su criterio y su muñeca propiciaron la finalmente inútil remontada del tercer cuarto, 4-18 en poco más de seis minutos en los que se vio lo que podría ser y todavía no es, ni de lejos, este Barcelona.

Por lo demás se vio poca reacción a la derrota ante Unicaja y a la bronca pública de Pascual. Tampoco era el CSKA el mejor rival pero otra vez el equipo azulgrana perdió demasiados balones y falló demasiados tiros en una mezcla venenosa de falta de confianza y una pésima selección motivada por las acciones individuales forzadas y las lagunas en la dirección: Huertas apenas jugó y Pullen tuvo un momento de inspiración que no tuvo continuidad en pista. Catorce minutos entre ambos y el peso del juego en los hombros de Sada. Abrines estaba enfermo, Papanikolau y Lorbek eran baja y la rotación fue otra vez una partida de dados. Lampe, en la picota por su cuestionable actitud, colapsó el inicio del último cuarto a golpe de fallos y pérdidas. Pascual tardó en sentarlo quizá porque Nachbar le mejoró en intención pero no en ejecución: 2 de 12 en tiros de campo.

El Barcelona parece incapaz de defender con intensidad y agresividad durante cuarenta minutos y no es ahora mismo un equipo fiable en ataque. Tantos jugadores y tanto talento no casan en la ecuación de una temporada que, por suerte para ellos, todavía está en pañales. El Barcelona será probablemente tercero de grupo, lo que no implica un destino peor pensando en cuartos y a la vista de la composición a la que apuntan los grupos del Top-16. Tercero en un grupo con (a priori) tres claros aspirantes al título pero tercero al fin y al cabo. Por sus pecados, por sus errores y con unas sensaciones que partido a partido se van convirtiendo en síntomas imposibles de negar. El enfermo no está muerto, ningún equipo lo está a 12 de diciembre. Pero el pronóstico es, efectivamente, grave.

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