Albert Soler, exsecretario de Estado para el Deporte, aún puede ser el nuevo presidente ejecutivo de la ACB. El pasado martes 17 de diciembre los 18 clubes se reunieron en Barcelona para elegir a una cabeza visible de la que carecen desde que destituyeron a Albert Agustí el 18 de septiembre. Soler fue el finalista tras superar a Josep María Farràs (director de deportes de TV3), pero en la votación final obtuvo sólo 11 de los 14 votos necesarios para acceder al cargo.

Los clubes convocaron una nueva Asamblea para el 20 de enero y dejaron a una comisión formada por Baskonia, Joventut y CAI Zaragoza la tarea de encontrar otro candidato. Pues bien, esta comisión cree ahora que no hay uno mejor que Soler y, en una carta enviada al resto de clubes y a la que ha tenido acceso este periódico, pide la convocatoria “con carácter urgente de una Asamblea General Extraordinaria con un único punto en el orden del día: elección­ y nombramiento de Albert Soler como presidente ejecutivo de la ACB con la atribución de todas las facultades estatutarias necesarias”.

La citada comisión cree que “todos los integrantes de la Asociación” deben dar “un ejemplo de responsabilidad”, y añade: “La decisión unánime de la comisión de evaluación de candidatos es la de reiterar la candidatura de Albert Soler al cargo de presidente ejecutivo, opinión además que es compartida por la inmensa mayoría de los que nos habéis llamado (se refiere al resto de clubes)”. Soler tendría ahora el apoyo de 13 equipos, dos más que el pasado martes y a sólo uno de la mayoría cualificada que le otorgaría el puesto.

Estos tres clubes, además, opinan que hay que “desbloquear la situación creada y acabar de forma inmediata con un vacío que la ACB no puede permitirse”. Hablan también de “coherencia” en su carta y comunican a los demás que dimitirán de sus cargos: “Consideramos que de un modo u otro la labor que nos encomendasteis ha finalizado tanto si se recoge un apoyo unánime a la propuesta planteada como si ésta no lo obtiene”. El Baskonia, el CAI y el Joventut concluyen que no pueden aportar “ninguna propuesta más”. Apuestan por Soler y se ven incapaces de encontrar un candidato mejor.