El Herbalife Gran Canaria logró su tercer triunfo consecutivo con sangre, sudor y lágrimas, tras vencer en la prórroga a un FIATC Joventut que nunca se rindió pese a ir por detrás en el luminoso (89-82). Los catalanes ofrecieron una buena imagen, rocosos y con convicción en su trabajo, pero los grancanarios dominaron el tiempo extra con casta.

El ritmo del juego fue bien diferente al de los últimos partidos del Granca. Más sueltos los de Pedro Martínez, comandaron el tanteo desde el comienzo, llegando al 20-12, min.8, apoyados, otra vez, en la intimidación de Tavares pero sobre todo en el acierto anotador de Báez.

La aparición de Ventura y los puntos de Joseph permitió a la Penya aguantar a los locales, que después del 20-16 del primer acto tiraron de las penetraciones de Hansbrough y O'Leary para instalarse en una ventaja que rondaba los 7 puntos. Los amarillos buscaban darle velocidad al choque y no pensar demasiado, y así amenazaban con romper el marcador con su máxima ventaja, 27-16. Pero los verdinegros empezaron a contar con la muñeca caliente de Shurna, que con 5 puntos seguidos colocaba el 35-31 a dos minutos del descanso, al que se llegó con el 41-36 después de un triple de Kirksay y una canasta sobre la bocina de Bellas. La puntería desde el 6,75 marcaba la diferencia.

La reanudación trajo un mejor trabajo defensivo visitante. La dirección de Vives daba frutos y de eso se aprovechaba , en su casa, Taph Savané. Los de Maldonado casi empataron el partido (45-43, min. 26), pero solo casi: parcial 8-0 y la renta insular en 10. Tiempo muerto del Joventut y triple de Llovet más canasta de Vives. El choque otra vez como en la primera mitad. El Granca intentando quebrar el partido y los de Badalona haciendo la goma. Las precipitaciones y las pérdidas se hicieron presentes, y el final del tercer periodo fue todo un despropósito lleno de nervios (60-55).

El tramo decisivo lo arrancó mejor la Penya, con Joseph caliente. Con el 62-60 y prácticamente todo el cuarto por jugar, la intensidad era máxima. El premio era gran parte del billete a Málaga. Los 'Nachos', Martín y Llovet, que no habían estado inspirados hasta entonces, desahogaron la anotación de sus respectivos equipos, especialmente el barcelonés, aunque la igualdad seguía en todo lo alto.

Con 69-69 y tres minutos por jugar, la bola quemaba, sobre todo a los locales. La presión era suya. Después del 5-6, Vives con un tiro libre daba la máxima ventaja a los suyos (70-72) con solo 25 segundos por delante. Hansbrough falló el segundo desde el 4,60 y Kirksay le devolvió el favor. Con 71-73 Oliver penetró sin suerte, pero el palmeo lo metió para abajo el australiano Newley con todo el corazón del mundo. Prórroga.

Dos triples de esos mismos protagonistas abrieron los cinco minutos finales, en los que el Herbalife fue superior. La tensión pasó factura a la juventud de los de Maldonado, que reaccionaron tarde y vieron como se les escapaba un triunfo que tuvieron en su mano.