Al término de la jornada 14, la asistencia media de público a los partidos de la Liga Endesa se mantiene ligeramente por encima de los 6.000 espectadores (6.086) por décima temporada consecutiva, aunque es la más baja en este periodo sólo por delante de la de 2005-06 (6.062). Una cifra que era inferior a esos seis millares en las primeras semanas de competición, y que ha remontado el vuelo gracias en gran parte a la brillantez del Real Madrid, que con su juego y su racha de victorias ha despertado más que nunca el interés de sus propios afi cionados y el de los seguidores de sus rivales, deseosos de ser los primeros en vencer al líder. Si el conjunto blanco no estuviera en la Liga, la media de asistencia bajaría a los 5.773 aficionados.

Es cierto que equipos como Baskonia, Bilbao, Estudiantes, Valencia y CAI Zaragoza congregan a muchos afi cionados en sus pabellones, pero lejos de casa no despiertan tanto interés como el Madrid. Ni siquiera el Barcelona, que no consigue llenar los 7.587 asientos del Palau Blaugrana y tampoco maravilla en otras ciudades.

Un ejemplo de la diferencia actual en cuanto a seguimiento entre los dos grandes del baloncesto español puede encontrarse en sus partidos disputados en Badalona (a 12 kilómetros de la Ciudad Condal). La visita de los culés la presenciaron 7.619 espectadores, mientras que para ver a los blancos se reunieron 10.580 afi cionados y el Joventut tuvo que habilitar el último anillo del Olímpico por primera vez en cinco años.

Expectación. La mayoría de los clubes que han recibido al Madrid esta campaña han hecho mejor taquilla que en la anterior y hablado de llenos históricos en algunos casos, como el del Tenerife. En Sevilla, el Cajasol colgó el cartel de no hay billetes por primera vez desde 2011 (cuartos de Eurocopa ante el Budivelnik). Y el pasado sábado el CAI revivió el éxito de la última semifi nal liguera ante los de Laso.