ESTUDIANTES 84 - UNICAJA 85

Dos errores del Estudiantes le dan el triunfo a un gris Unicaja

El Estu fue mejor, pero dos acciones en el último minuto le condenaron. Miso se comió la posesión y Colom perdió el balón en la última jugada.

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El Unicaja ganó antes de su Copa, pero lo hizo con muchas dudas. Los de Plaza no llegan al torneo del KO en su mejor momento. Aterrizaban en Madrid con tres derrotas seguida y sin uno de sus dos bases (Earl Calloway). Ante el Estu se llevaron el triunfo más por demérito de su rival, que por mérito suyo. Dragic fue un todoterreno, Vidal tuvo tres minutos de ensueño y Carlos Suárez afinó puntería cuando su equipo más lo necesitaba. Pero hubo poco más.

La lectura que puede sacar el Tuenti Estudiantes de este partido es positiva, aunque le condenaran dos fallos en los últimos segundos: un exceso de bote de Andrés Miso, que se comió la posesión, y una pérdida de Quino Colom en la última jugada. Pasó con Guille Rubio y también con Uros Slokar. La llegada del tercer fichaje del Tuenti Estudiantes con la temporada comenzada le dio oxígeno a los colegiales. Fede Van Lacke pasó el reconocimiento médico el miércoles, fue presentado el jueves y este domingo ya era de los mejores ante el Unicaja. El escolta argentino empezó enchufado: ocho de los primeros diez puntos de su nuevo equipo eran suyos. Pero su protagonismo no evitaba que el Unicaja mandara en el marcador, aunque no sabía aprovechar su superioridad en centímetros. Dominaba el rebote, sí (en el primer cuarto llevaba ya ocho rechaces ofensivos); pero el aro parecía hacerse más y más pequeño cuando sus gigantes cazaban el balón. No remataban.

La entrada de Vidal enloqueció el partido. El escolta catalán llevaba 4 de 17 en triples esta temporada (un 27%), pero en menos de tres minutos ya había duplicado sus aciertos (4 de 4 para poner el 31 a 37). Aunque cada diana de Vidal era contestada por una del Estudiantes que despertó con una técnica a Vidorreta y acabó el segundo cuarto con 5 de 6 en lanzamientos de tres puntos. Uno de Rabaseda, junto a dos tiros libres de Van Lacke y un auténtico canastón a aro pasado de Quino Colom evitaron que el partido se tiñera de verde ya al descanso: 44-45.

El tercer cuarto fue de transición. El Estu mejoró en el rebote y tuvo varias posesiones para que su renta superara los cinco puntos, pero no lo consiguió. El punto de inflexión de la segunda parte fue otra técnica a Vidorreta (faltaban 6:50), que reventó el partido. El técnico abandonaba el Palacio arengando a la grada que rugía, pataleaba… Y el juego del Estu se contagió: mucho más agresivo en defensa y con algunas jugadas de manual mientras el Unicaja sobrevivía desde el tiro libre y con la muñeca de Carlos Suárez.

El excolegial (muy pitado en la presentación) ponía el 82-82. Faltaba 1:24. Con 84-84, Miso pasó de héroe (de lo mejor del Estu, sobre todo, jugando de base) a villano en una posesión. El de Móstoles no lo vio claro, botó más de la cuenta y se comió el balón (muy bien el dos contra uno del Unicaja sobre el colegial). Tras cometer una falta sobre Dragic, Miso se iba al banco con la cabeza baja. Había tenido el partido en sus manos. También lo tuvo Quino Colom, pero el base perdió el balón y el Unicaja llega a la Copa con un pequeño colchoncillo: una victoria discutida ante un equipo que hace méritos para salir de la zona baja.