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De Wilkins a Iverson, la aventura europea de las estrellas USA

BOB McADOO Y DARYL DAWKINS. Nadie ha hecho una carrera tan exitosa a ambos lados del Atlántico como McAdoo. MVP de la NBA, cinco veces all star y dos veces campeósn. Liego jugó siete años en Italia, dominó y ganó dos Copas de Europa con el Olimpia Milán. Dawkins, una de las personalidades más extravagantes de la NBA en los 80, jugó a buen nivel después en Turín, Milán y Forli.
GEORGE GERVIN. Iceman completó una gloriosa carrera entre la ABA y la NBA: 12 All Stars, cuatro veces máximo anotador, cinco presencias en el quinteto ideal de la NBA y miembro del Hall of Fame. Ya muy veterano jugó en Italia y España. Su paso por Manresa, ya con 38 años en su último temporada en activo, se completó con una increíble media de 25,5 puntos por partido y una exhibición (31 y 15 rebotes) en el encuentro que dio la permanencia al TDK.
TOM CHAMBERS. Un año sin lustre en el Maccabi (9 puntos y 4,5 rebotes) ya con 36, no oscurece una carrera con cuatro All Stars y una media de 18 puntos y 6 rebotes en sus 16 temporadas entre Clippers, Sonics, Suns y Jazz.
ROLANDO BLACKMAN. El panameño cerró su carrera con sendas temporadas a muy buen nivel en AEK de Atenas y Olimpia de Milán. En la NBA fue cuatro veces all star con los Mavericks y también jugó en los Knicks.
JAMES DONALDSON. Nacido en Inglaterra pero criado en California, fue el pívot y principal presencia defensiva de los Mavericks de los 80, con los que llegó a disputar un Al Star. Tras jugar también en Seattle, Clippers, Knicjks y Utah regresó a Europa y pasó por España: un año en el Caja San Fernando y dos en el Breogán, donde logró el ascenso que celebra en la foto.
BILL BRADLEY. Hall of famer, exsenador de los Estados Unidos y fundamental en los dos únicos anillos de la historia de los Knicks, Bradley retrasó su entrada en la NBA para seguir estudiando en Oxford tras licenciarse en Princeton. De allí, se fue a Milán donde jugó la temporada 65-66 y ganó la Copa de Europa.
ALLEN IVERSON. Uno de los grandes anotadores de la historia (lideró cuatro veces la NBA en puntos y el promedio de su carrera es de 26,7) y mejor pasador de lo que se le reconoce (6,2 asistencias de promedio en su carrera). Fue MVP y 11 veces all star, pero su frágil físico y su valentía en el juego le condujeron a un prematuro declive que le llevó a Turquía en 2010. En el Besiktas fue recibido como un héroe, pero no respondió a lo esperado.
ANTONIO DAVIS. El ala-pívot fue seleccionado en segunda ronda del draft por Indiana al salir de la universidad de Texas-El PAso, pero inició su carrera profesional en Europa con dos buenas temporadas en Panathinaikos (en la foto, contra Pep Cargol, del Madrid) y Milán (ganó la Korac). Los Pacers le reclamaron y allí formó una gran pareja interior con Dale Davis. Luego fue all star en Toronto.
CHRIS GATLING. Un jornalero de lujo en la NBA, que jugó en ocho equipos en doce años y fue una vez all star en una temporada, la 96-97, en la que, cómo no, jugó en dos equipos Nets y Mavericks. Con 35 años y claramente fuera de forma, aún jugó una buena temporada en el CSKA y pasó por el Sacavolini. desde entonces, la bancarrota y los problemas con la justicia le han perseguido.
KENNY ANDERSON. BAse de tremendo talento y número 2 del draft de 1991, su carrera NBA comenzó a toda velocidad en los Nets y fue all star con sólo 23 años. Sin embargo, su carrera descarriló desde ahí entre problemas físicos, traspasos y un carácter complicado. Un decepcionante año el el Zalgiris le llevó a la retirada.
RALPH SAMPSON. Uno de los grandes jugadores universitarios de la historia, un superclase de 2,24 cuyo físico no aguantó. Pero mientras las lesiones le dejaron fue determinante en la NBA, con cuatro presencias en el All Star y como socio de Olajuwon en las Torres Gemelas que llevaron a Houston a las Finales de 1986 tras derrotar a los todopoderosos Lakers. Ya una sombra de lo que fue, el Unicaja le fichó en 1992 a bombo y platillo, pero sólo jugó ocho tristes partidos.
KELLY TRIPUCKA. Un gran anotador en los primeros 80 con los Pistons anteriores a los Bad Boys, llegó a promediar 26,5 puntos en su segunda temporada en la Liga. Su papel en la liga se fue diluyendo y a los 32 años se fue a jugar al Limoges francés, donde jugó un año a a las órdenes de Maljkovic antes de retirarse.
DERON WILLIAMS. El base de los Nets abrió la vía europea durante el lockout de 2011 al fichar con el Besiktas mientras durase el cierre. Le siguieron Rudy, Ibaka, Batum, Gallinari, Lawson... Jugando a medio gas, llegó a meter 50 puntos en un partido de EuroChallenge.
ALEX ENGLISH. Pura elegancia, fue el anotador de referencia de los maravillosamente alocados Denver Nuggets de los 80, con los que encadenó ocho temporadas entre los 25 y los 30 puntos por partido, otros tantos All Stars y nueve campañas en playoffs (jugaron una final de Conferencia). Es el máximo anotador de toda la NBA en la esplendorosa década de los 80. Cerró su carrera con un año en Nápoles, donde coincidió con Walter Berry. Moses Malone dijo que era el mejor americano en jugar jamás en Europa y, con 37 años, aún promedió 14 puntos en Italia.
ARTIS GILMORE. Uno de los grandes pívots de la historia del juego (hall of famer, seis veces all star en la NBA y cinco en la ABA). Gran taponador y reboteador, pero capaz de promediar más de 20 puntos por partido, fue dominante en Chicago y San Antonio. Con 38 años aún fue capaz de dominar en Europa en su única temporada en el Arimo Bolonia, la 88-89, con 12,3 puntos y 11 rebotes por partido.
SPENCER HAYWOOD. En plenitud, fue uno de los mejores ala-pívots de la historia. Deslumbró con Seattle en la primera mitad de los 70 (fue cuatro veces all star y llegó a promediar 29,2 puntos y 13,3 rebotes), pero su adicción a la cocaína descarriló su carrera. Los Lakers le expulsaron durante las Finales de 1980 tras quedarse dormido durante un entrenamiento y tuvo que buscarse la vida en Italia. Jugó un año en el Carrera Venezia junto a Dalipagic y promedió unos tremendos 23,5 puntosy 10,4 rebotes. Perdió la final de la Korac contra el Joventut y volvió a la NBA para terminar su carrera en Washington.
BILL LAIMBEER. Antes de los Bad Boys y la fama, Lambeer fue una tercera ronda del draft que tuvo que jugar su primer año como profesional en el Pinti Inox italiano. En Brescia promedió 20 puntos y 12 rebotes y los Cavaliers decidieron darle una oportunidad. En Cleveland cumplió sin más, pero fue traspasado a Detroit y el resto es historia: dos anillos, cuatro all stars y, seguramente, el jugador más odiado de la Liga en aquellos años.
NORM NIXON. El base titular de los Lakers desde 1977 a 1983, compartiendo tareas organizativas con Magic desde su llegada en 1979. Su matrimonio con Debbie Allen, la profesora Lydia Grant de la serie Fama, fue una de las más famosas de la época y fue fundamental en los títulos de 1980 y 1982 antes de ser traspasado a los Clippers a cambio de los derechos de Byron Scott. Fue una vez all star en cada equipo y acabó su carrera en Italia. En el Scavolini jugó sólo dos meses, pero muy bien: 14 puntos de media.
SIDNEY WICKS. COn Alcindor (luego Abdul-Jabbar) y Walton, completa el trío de estrellas interiores que formó John Wooden en su triunfal periplo en UCLA. Aunque no alcanzó el nivel de los otros dos, Wicks fue un gran anotador y reboteador que jugó el All Star en sus cuatro primeras temporadas en la NBA, con Portland. Desde ahí, su rendimiento fue bajando progresivamente y acabó en Venecia a los 32 años. Allí promedió 19 puntos y 12 rebotes, pero decidió retirarse y dedicarse a entrenar en su antigua universidad.
JEFF RULAND. Pese a ser una estrella en la universidad de Iona y resultar seleccionado como el 25 del draft de 1980, el pívot decidió iniciar su carrera en Europa. Fichó por el Barça donde jugó un año de luces y sombras: grandes números, lesiones, problemas de actitud y el título de Liga. De España se fue a Washington y llegó a ser all star con los Bullets en 1984, cuando promedió 22,3 puntos y 12,3 rebotes. Tenía 25 años y esa fue su última temporada en condiciones. Las lesiones acabaron con su carrera.
REGGIE THEUS. Un escolta de mucha clase, muy alto para la época (2,01) y adorado por las mujeres, Theus fue toda una estrella en sus primeros años en la NBA, durante el arranque de la década de los 80, con los Bulls. Tras jugar dos All Stars y llegar a promediar 23,8 puntos, su carrera nunca llegó a las alturas esperadas, pero cerró su periplo NBA con medias de 18,5 puntos y 6,3 asistencias en trece temporadas. De allí se fue a Varese (27,5 puntos) y tuvo un paso fugaz por el Aris de Salónica antes de retirarse en 1992.
XAVIER McDANIEL. Uno de los jugadores más carismáticos de finales de los 80 y principios de los 90 con Seattle y Nueva York, con una cabeza rapada que se convertiría en moda, X-Man fue all star y uno de los jugadores más físicos de la liga. Jugó un año en el Iraklis griego con el que fue subcampeón de Copa en 1996.
MICHEAL RAY RICHARDSON. Elegido por los Knicks con el número 4 del draft de 1978, 'el nuevo Walt Frazier' estaba destinado a ser el nuevo mesías en Nueva York. La historia se torció. Aunque fue tres veces all star en la Gran Manzana y otra más tras ser traspasado a los Nets y lideró la Liga tanto en asistencias como en robos, sus adicciones le perdieron y fue expulsado de por vida de la NBA en 1986, tras dar positivo en tres controles. Tras eso, jugó 14 años en Europa (Bolonia, Split, Livorno, Antibes, Cholet y Forli) compaginando memorables actuaciones (campeón de la Recopa del 90 con el Bolonia ante el Madrid tras lograr 29 puntos y 13 asistencias ) con más problemas de drogas. Un talento descomunal.
DOMINIQUE WILKINS. Seguramente, el NBA más famoso en recalar en Europa, Dominique llegó al Panathinaikos con 35 años, pero aún capaz de promediar 18 puntos en la NBA. En Atenas, su relación con Maljkovic fue mala y su rendimiento muy criticado, pero a la hora de la verdad compensó: promedió 20 puntos y 7 rebotes en la Euroliga 1995 y fue el MVP de la FInal Four que acabó ganando su equipo en la célebre final contra el Barça del tapón ilegal de Vrankovic a Montero. Tras un año en San Antonio, volvió a Europa y anotó 17,8 puntos por partido para la Fortitudo Bolonia. Números a la altura de un nueve veces all star.
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BOB McADOO Y DARYL DAWKINS. Nadie ha hecho una carrera tan exitosa a ambos lados del Atlántico como McAdoo. MVP de la NBA, cinco veces all star y dos veces campeósn. Liego jugó siete años en Italia, dominó y ganó dos Copas de Europa con el Olimpia Milán. Dawkins, una de las personalidades más extravagantes de la NBA en los 80, jugó a buen nivel después en Turín, Milán y Forli.

GEORGE GERVIN. Iceman completó una gloriosa carrera entre la ABA y la NBA: 12 All Stars, cuatro veces máximo anotador, cinco presencias en el quinteto ideal de la NBA y miembro del Hall of Fame. Ya muy veterano jugó en Italia y España. Su paso por Manresa, ya con 38 años en su último temporada en activo, se completó con una increíble media de 25,5 puntos por partido y una exhibición (31 y 15 rebotes) en el encuentro que dio la permanencia al TDK.

TOM CHAMBERS. Un año sin lustre en el Maccabi (9 puntos y 4,5 rebotes) ya con 36, no oscurece una carrera con cuatro All Stars y una media de 18 puntos y 6 rebotes en sus 16 temporadas entre Clippers, Sonics, Suns y Jazz.

ROLANDO BLACKMAN. El panameño cerró su carrera con sendas temporadas a muy buen nivel en AEK de Atenas y Olimpia de Milán. En la NBA fue cuatro veces all star con los Mavericks y también jugó en los Knicks.

JAMES DONALDSON. Nacido en Inglaterra pero criado en California, fue el pívot y principal presencia defensiva de los Mavericks de los 80, con los que llegó a disputar un Al Star. Tras jugar también en Seattle, Clippers, Knicjks y Utah regresó a Europa y pasó por España: un año en el Caja San Fernando y dos en el Breogán, donde logró el ascenso que celebra en la foto.

BILL BRADLEY. Hall of famer, exsenador de los Estados Unidos y fundamental en los dos únicos anillos de la historia de los Knicks, Bradley retrasó su entrada en la NBA para seguir estudiando en Oxford tras licenciarse en Princeton. De allí, se fue a Milán donde jugó la temporada 65-66 y ganó la Copa de Europa.

ALLEN IVERSON. Uno de los grandes anotadores de la historia (lideró cuatro veces la NBA en puntos y el promedio de su carrera es de 26,7) y mejor pasador de lo que se le reconoce (6,2 asistencias de promedio en su carrera). Fue MVP y 11 veces all star, pero su frágil físico y su valentía en el juego le condujeron a un prematuro declive que le llevó a Turquía en 2010. En el Besiktas fue recibido como un héroe, pero no respondió a lo esperado.

ANTONIO DAVIS. El ala-pívot fue seleccionado en segunda ronda del draft por Indiana al salir de la universidad de Texas-El PAso, pero inició su carrera profesional en Europa con dos buenas temporadas en Panathinaikos (en la foto, contra Pep Cargol, del Madrid) y Milán (ganó la Korac). Los Pacers le reclamaron y allí formó una gran pareja interior con Dale Davis. Luego fue all star en Toronto.

CHRIS GATLING. Un jornalero de lujo en la NBA, que jugó en ocho equipos en doce años y fue una vez all star en una temporada, la 96-97, en la que, cómo no, jugó en dos equipos Nets y Mavericks. Con 35 años y claramente fuera de forma, aún jugó una buena temporada en el CSKA y pasó por el Sacavolini. desde entonces, la bancarrota y los problemas con la justicia le han perseguido.

KENNY ANDERSON. BAse de tremendo talento y número 2 del draft de 1991, su carrera NBA comenzó a toda velocidad en los Nets y fue all star con sólo 23 años. Sin embargo, su carrera descarriló desde ahí entre problemas físicos, traspasos y un carácter complicado. Un decepcionante año el el Zalgiris le llevó a la retirada.

RALPH SAMPSON. Uno de los grandes jugadores universitarios de la historia, un superclase de 2,24 cuyo físico no aguantó. Pero mientras las lesiones le dejaron fue determinante en la NBA, con cuatro presencias en el All Star y como socio de Olajuwon en las Torres Gemelas que llevaron a Houston a las Finales de 1986 tras derrotar a los todopoderosos Lakers. Ya una sombra de lo que fue, el Unicaja le fichó en 1992 a bombo y platillo, pero sólo jugó ocho tristes partidos.

KELLY TRIPUCKA. Un gran anotador en los primeros 80 con los Pistons anteriores a los Bad Boys, llegó a promediar 26,5 puntos en su segunda temporada en la Liga. Su papel en la liga se fue diluyendo y a los 32 años se fue a jugar al Limoges francés, donde jugó un año a a las órdenes de Maljkovic antes de retirarse.

DERON WILLIAMS. El base de los Nets abrió la vía europea durante el lockout de 2011 al fichar con el Besiktas mientras durase el cierre. Le siguieron Rudy, Ibaka, Batum, Gallinari, Lawson... Jugando a medio gas, llegó a meter 50 puntos en un partido de EuroChallenge.

ALEX ENGLISH. Pura elegancia, fue el anotador de referencia de los maravillosamente alocados Denver Nuggets de los 80, con los que encadenó ocho temporadas entre los 25 y los 30 puntos por partido, otros tantos All Stars y nueve campañas en playoffs (jugaron una final de Conferencia). Es el máximo anotador de toda la NBA en la esplendorosa década de los 80. Cerró su carrera con un año en Nápoles, donde coincidió con Walter Berry. Moses Malone dijo que era el mejor americano en jugar jamás en Europa y, con 37 años, aún promedió 14 puntos en Italia.

ARTIS GILMORE. Uno de los grandes pívots de la historia del juego (hall of famer, seis veces all star en la NBA y cinco en la ABA). Gran taponador y reboteador, pero capaz de promediar más de 20 puntos por partido, fue dominante en Chicago y San Antonio. Con 38 años aún fue capaz de dominar en Europa en su única temporada en el Arimo Bolonia, la 88-89, con 12,3 puntos y 11 rebotes por partido.

SPENCER HAYWOOD. En plenitud, fue uno de los mejores ala-pívots de la historia. Deslumbró con Seattle en la primera mitad de los 70 (fue cuatro veces all star y llegó a promediar 29,2 puntos y 13,3 rebotes), pero su adicción a la cocaína descarriló su carrera. Los Lakers le expulsaron durante las Finales de 1980 tras quedarse dormido durante un entrenamiento y tuvo que buscarse la vida en Italia. Jugó un año en el Carrera Venezia junto a Dalipagic y promedió unos tremendos 23,5 puntosy 10,4 rebotes. Perdió la final de la Korac contra el Joventut y volvió a la NBA para terminar su carrera en Washington.

BILL LAIMBEER. Antes de los Bad Boys y la fama, Lambeer fue una tercera ronda del draft que tuvo que jugar su primer año como profesional en el Pinti Inox italiano. En Brescia promedió 20 puntos y 12 rebotes y los Cavaliers decidieron darle una oportunidad. En Cleveland cumplió sin más, pero fue traspasado a Detroit y el resto es historia: dos anillos, cuatro all stars y, seguramente, el jugador más odiado de la Liga en aquellos años.

NORM NIXON. El base titular de los Lakers desde 1977 a 1983, compartiendo tareas organizativas con Magic desde su llegada en 1979. Su matrimonio con Debbie Allen, la profesora Lydia Grant de la serie Fama, fue una de las más famosas de la época y fue fundamental en los títulos de 1980 y 1982 antes de ser traspasado a los Clippers a cambio de los derechos de Byron Scott. Fue una vez all star en cada equipo y acabó su carrera en Italia. En el Scavolini jugó sólo dos meses, pero muy bien: 14 puntos de media.

SIDNEY WICKS. COn Alcindor (luego Abdul-Jabbar) y Walton, completa el trío de estrellas interiores que formó John Wooden en su triunfal periplo en UCLA. Aunque no alcanzó el nivel de los otros dos, Wicks fue un gran anotador y reboteador que jugó el All Star en sus cuatro primeras temporadas en la NBA, con Portland. Desde ahí, su rendimiento fue bajando progresivamente y acabó en Venecia a los 32 años. Allí promedió 19 puntos y 12 rebotes, pero decidió retirarse y dedicarse a entrenar en su antigua universidad.

JEFF RULAND. Pese a ser una estrella en la universidad de Iona y resultar seleccionado como el 25 del draft de 1980, el pívot decidió iniciar su carrera en Europa. Fichó por el Barça donde jugó un año de luces y sombras: grandes números, lesiones, problemas de actitud y el título de Liga. De España se fue a Washington y llegó a ser all star con los Bullets en 1984, cuando promedió 22,3 puntos y 12,3 rebotes. Tenía 25 años y esa fue su última temporada en condiciones. Las lesiones acabaron con su carrera.

REGGIE THEUS. Un escolta de mucha clase, muy alto para la época (2,01) y adorado por las mujeres, Theus fue toda una estrella en sus primeros años en la NBA, durante el arranque de la década de los 80, con los Bulls. Tras jugar dos All Stars y llegar a promediar 23,8 puntos, su carrera nunca llegó a las alturas esperadas, pero cerró su periplo NBA con medias de 18,5 puntos y 6,3 asistencias en trece temporadas. De allí se fue a Varese (27,5 puntos) y tuvo un paso fugaz por el Aris de Salónica antes de retirarse en 1992.

XAVIER McDANIEL. Uno de los jugadores más carismáticos de finales de los 80 y principios de los 90 con Seattle y Nueva York, con una cabeza rapada que se convertiría en moda, X-Man fue all star y uno de los jugadores más físicos de la liga. Jugó un año en el Iraklis griego con el que fue subcampeón de Copa en 1996.

MICHEAL RAY RICHARDSON. Elegido por los Knicks con el número 4 del draft de 1978, 'el nuevo Walt Frazier' estaba destinado a ser el nuevo mesías en Nueva York. La historia se torció. Aunque fue tres veces all star en la Gran Manzana y otra más tras ser traspasado a los Nets y lideró la Liga tanto en asistencias como en robos, sus adicciones le perdieron y fue expulsado de por vida de la NBA en 1986, tras dar positivo en tres controles. Tras eso, jugó 14 años en Europa (Bolonia, Split, Livorno, Antibes, Cholet y Forli) compaginando memorables actuaciones (campeón de la Recopa del 90 con el Bolonia ante el Madrid tras lograr 29 puntos y 13 asistencias ) con más problemas de drogas. Un talento descomunal.

DOMINIQUE WILKINS. Seguramente, el NBA más famoso en recalar en Europa, Dominique llegó al Panathinaikos con 35 años, pero aún capaz de promediar 18 puntos en la NBA. En Atenas, su relación con Maljkovic fue mala y su rendimiento muy criticado, pero a la hora de la verdad compensó: promedió 20 puntos y 7 rebotes en la Euroliga 1995 y fue el MVP de la FInal Four que acabó ganando su equipo en la célebre final contra el Barça del tapón ilegal de Vrankovic a Montero. Tras un año en San Antonio, volvió a Europa y anotó 17,8 puntos por partido para la Fortitudo Bolonia. Números a la altura de un nueve veces all star.