La emoción que no se vivió en el Oklahoma-Miami, el gran partido de la jornada, sí que estuvo muy presente en el Warriors-Rockets, encuentro decidido en la prórroga a favor de los de Oakland por 102-99, quienes además rompieron la racha de ocho victorias consecutivas de los texanos.

Los de Houston, quienes venían de imponerse a los Lakers la noche anterior en el regreso de Howard al Staples, consiguieron reducir una ventaja de 10 puntos favorable a los locales en el tercer cuarto (53-43 tras un triple de Stephen Curry). Para ello, los Rockets contaron con un inspirado James Harden, quien anotó 34 de sus 39 puntos en la segunda mitad.

El propio Harden puso a los suyos dos puntos arriba con un lanzamiento a siete segundos del final, pero Curry, autor de 25 puntos y seis asistencias, forzó la prórroga con una bandeja por encima de Dwight Howard a tres segundos.

En el tiempo extra, los Warriors, en los que debutó Steve Blake (tres puntos en quince minutos), contaron con la colaboración inestimable del veterano pívot Jermaine O'Neal, quien con un tapón sobre Parsons en el último minuto consiguió decantar la victoria del lado de los de Oakland, para que Curry sentenciase desde la línea. Con la ausencia de Bogut, hay que sumar la importante labor que realizó en la pintura al capturar diez rebotes.

Otro jugador destacado resultó David Lee, quien consiguió un doble-doble de 28 puntos, 14 rebotes. Por su parte, Klay Thompson y el reserva Jordan Crawford anotaron 12 puntos cada uno, mientras que Andre Iguodala se fue hasta los 11 tantos, con ocho rebotes y siete asistencias. 

De poco les sirvió a los Rockets ganar el duelo bajo los aros: capturaron 60 rebotes, incluidos los 21 que sumó Howard. Pese a la derrota, continúan terceros en la Conferencia Oeste (37-71), con cinco partidos de ventaja sobre sus rivales de anoche, los Warrios, que marchan séptimos.