La Copa de la Reina no tuvo sorpresas. Si por la mañana el Perfumerías Avenida se metía en la final al batir, con más problemas de los previstos inicialmente, al Gran Canaria; por la tarde, el Burgos le duraba poco más de un asalto al Rivas Ecópolis. El equipo burgalés se presentaba en el torneo del KO sin ninguna presión y pagó caro el ser la cenicienta de esta Copa de Torrejón de Ardoz. Más de cuatro minutos sin anotar una canasta y demasiadas pérdidas (18).

Si el equipo que dirige Pepe Vázquez terminó ese primer cuarto con vida, fue porque al Rivas también le fallaba la muñeca (2 de 12 en tiros de dos y sólo un tiro libre de cuatro intentos). Eso hasta el debut de Louice Halvarsson. Lo suyo fue llegar y besar el santo. La internacional sueca de la larga trenza rubia aterrizó hace un par de días en Rivas para reforzar el juego interior ripense, huérfano tras la lesión de Laura Gil. Salió a falta de tres segundos para ponerle ‘The end’ al primer cuarto y en cinco minutos ya había revolucionado el partido. La pívot se marchaba al descanso siendo ya la máxima anotadora del partido (diez puntos) y con su nuevo equipo manejando una renta que rondaba los diez puntos (32-21).

El otro fichaje de invierno del Rivas, Jasmine Hassell, le tomó el relevo en el tercer periodo y el equipo madrileño fue capaz de mantener esa renta que llegó hasta los 15 puntos (46-31, min. 29). La irrupción de Patricia Argüello, que sólo sumaba de tres en tres, y el descaro de Chumillas metieron a su equipo de nuevo en el partido (49-42, min. 32), pero al Rivas no se le iba a escapar su Copa. Superior en la pintura y desequilibrante con la peligrosa Eldebrink en pista (15 puntos, siete de ellos en el último periodo), el domingo (16:30, Teledeporte) disputará el cuarto Clásico de esta temporada, el segundo con un título en juego. Por ahora, 2-1 para el Avenida en cuyas vitrinas luce ya la Supercopa de España.