SELECCIÓN

La explosión de Abrines le mete en la pelea por ir al Mundial

Once plazas parecen decididas salvo lesión y el alero del Barcelona pelea con Mumbrú, San Emeterio y Suárez por la que queda libre.

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La explosión de Abrines le mete en la pelea por ir al Mundial

El gran momento de forma de Álex Abrines, cuya explosión definitiva como jugador del Barcelona parece cada día más próxima, no se le escapa a Juan Antonio Orenga. El seleccionador podría optar por incluir al escolta/alero, de 20 años de edad, en la lista de doce jugadores para el Mundial de España de este próximo verano. No obstante, para conseguir obtener el billete de cara al torneo en el que todos quieren estar, la competencia no le faltará.

El hecho de que cada día recuerda más a aquel imberbe jugador de Unicaja y de las categorías inferiores de la Selección que deslumbraba por su capacidad anotadora y sangre fría a la hora de tomar decisiones en los momentos calientes de los partidos, le ha permitido incluir de lleno su nombre en las quinielas. El mallorquín del Barcelona ha visto notablemente mejorados sus números respecto a los del curso anterior (7,9 puntos por los 3,5 de la 12/13, 0,6 rebotes más de media por encuentro, 7,8 de valoración por los dos promediados año anterior, y todo ello, viendo aumentada su presencia en cancha en más de 16 minutos). 

Partiendo de la base de que el trío de bases, salvo infortunio de última hora, está ya decido (los NBA Calderón y Ricky más Sergio Rodríguez), Navarro y Llull serán los escoltas (actuando Rudy de tres), el juego interior, sino hay sorpresa respecto a la norma que limita el cupo de jugadores nacionalizados a solo uno (y que significaría la inclusión de Mirotic), los hermanos Gasol, Felipe Reyes e Ibaka tienen puesto asegurado. Por lo tanto, el número de fijos ascendería a diez, quedando dos plazas abiertas para las especulaciones. 

No obstante, una de ellas debería tener el nombre de Víctor Claver. El valenciano, tras una complicada temporada en la que apenas ha contado para Terry Stotts (técnico de los Blazers), parece vislumbrar la luz al final del túnel. Las lesiones de Aldridge, Freeland y Leonard le han abierto las puertas de la rotación en los tres últimos compromisos de su equipo, logrando su tope de juego esta misma madrugada con 24 minutos en la victoria ante los Timberwolves (108-97). De cara a la cita mundialista quedaría relegado al rol de quinto interior, aunque también podría jugar en el puesto de alero alto.

Esta circunstancia beneficiaría a Abrines, quien podría acudir como comodín exterior (jugar tanto de dos como de tres) y lograr así la plaza número doce. Para obtenerla, debería convencer al seleccionador por encima de nombres como Fernando San Emeterio, Carlos Suárez o Álex Mumbrú. Todos ellos viejos conocidos del equipo español, o que al menos han completado ya varias concentraciones previas (caso del jugador de Unicaja). San Emeterio se ha convertido en un fijo tras su presencia en los cuatro últimos grandes campeonatos, pero la mala temporada del Baskonia y su bajón en el rendimiento (9,2 puntos por partido por los 11,3 registrados el curso anterior en la Liga Endesa) reducen sus posibilidades.

Carlos Suárez, pese a su condición de titular en el renacido Unicaja de Plaza, no termina de despegar y alcanzar el rendimiento ofrecido durante su etapa en Estudiantes y primera temporada en el Real Madrid. Tal circunstancia, unida a la de que es un jugador sin experiencia en grandes torneos absolutos internacionales de selecciones, complican su llamada.

El tercero en discordia, Álex Mumbrú, y pese al irregular curso del Bilbao Basket, sí que está rayando a su mejor nivel. Los 14,1 puntos de media y 15,1 de valoración suponen todo un plus de cara a su convocatoria de este veterano. Tras su renuncia a la Selección una vez concluido el Mundobasket de Turquía 2010, regresó el pasado verano en el Europeo de Eslovenia.

Una vez revisado el panorama, es aquí donde parece residir la principal duda de Orenga: apostar por la solvencia, veteranía y cohesión de grupo que ofrece Mumbrú de cara a la más que probable última cita de la ya mágica generación de los Junior de Oro; u optar por ceder el testigo a un Álex Abrines que está llamado a convertirse en uno de los líderes del equipo nacional en los próximos veranos.