La lucha por el primer puesto de la Conferencia Este ha llegado a su recta final. Después de dos tercios de temporada consumidos hay tres cosas claras en la parte de arriba de la Conferencia: que Indiana ya está clasificada para la post-temporada, que a Miami le queda un suspiro y que entre ellos dos se van a repartir el primer y segundo puesto.

Indiana (46-17) y Miami (43-17) saben que el liderato, el derecho al factor cancha, puede ser la diferencia entre acceder o no a las Finales de la NBA. Sobre todo Miami, que en las dos últimas temporadas logró pasar en el último suspiro, en el séptimo encuentro en el American Airlines Arena ante Boston Celtics (2011-2012) y ante los propios Indiana Pacers (2012-2013). Y observando como está actualmente el Este, no es muy difícil pronosticar que se repita el enfrentamiento final entre Miami e Indiana. Sólo una sorpresa mayúscula o la cólera de los dioses podrían cambiar eso.

Pero en esta lucha parece que ninguno de los dos está teniendo mucha fortuna. Ninguno está aprovechando los fallos de su rival y así, Indiana ha perdido sus últimos cuatro encuentros:

- Contra Golden State Warriors (96-98)

- Charlotte Bobcats (109-87)

- Houston Rockets (112-86)

- Dallas Mavericks (105-94)

Mientras que Miami, por su parte, no ha encontrado la victoria en los tres que ha disputado desde que LeBron James alcanzará la cifra mágica de 61 puntos contra los Bobcats:

- Houston Rockets (106-103)

- San Antonio Spurs (111-87)

- Chicago Bulls (95-88)

No son sólo las derrotas las que están desluciendo la batalla, sino que las sensaciones trasmitidas por ambos no son las mejores. El conjunto de Frank Vogel parece haber perdido cierta intensidad defensiva y ha recibido más de 100 puntos en los últimos tres, cuando son el mejor equipo defensivo de la temporada con una media de 95,7 puntos recibos por partido cada 100 posesiones. Antes de este bache, sólo en ocho partidos de 60 sus rivales habían llegado a esa cifra de tres dígitos.

Las derrotas han creado cierta incertidumbre en un conjunto que había comenzado la Liga ganando 16 de sus primeros 17 partidos, de tal forma que, tras caer en Houston, la plantilla decidió reunirse para no perder todo lo logrado hasta el momento, pero tras el segundo partido en el Estado de Texas parece que no ha surtido mucho efecto aún.

En cuanto a Miami, LeBron James parece la clave del mal momento de forma de los de Spoelstra. El cuatro veces MVP de la temporada regular ha perdido cierta fuerza de cara al aro y ya sea por defensas asfixiantes como la de Leonard en San Antonio o la de ayer de los Bulls de Butler y Noah, por la máscara con la que tuvo que jugar tras el golpe con Ibaka o por la camiseta de manga larga de la cual no tiene muy buenos comentarios, LeBron parece no encontrar con tanta facilidad el aro rival. Antes una piscina, ahora un hoyo de golf. El equipo nota esta especie de ausencia y lo paga.

Es verdad que el mal momento de ambas franquicias puede detenerse y que encadenen más de cinco victorias seguidas en cualquier momento, pero seguir fallando puede ser un error fatal cuando se llegue al enfrentamiento final con un equipo del Oeste, donde tanto Okhlahoma, San Antonio, Houston o Clippers parecen haber pisado el acelerador de forma irremediable, para ya no mirar atrás.

Pero volviendo a la rivalidad directa entre Indiana y Miami, el calendario parece serle más favorable a los de South Beach. LeBron y compañía tiene aún por delante 21 partidos. 13 de los cuales los disputarán como locales (ocho de ellos contra equipos que en estos momentos tienen más del 50% de victorias y cinco menos) y ocho como visitante (dos, con más del 50% y seis con menos). Sus rivales de más nivel serán Memphis Grizzlies y Houston Rockets, ambos en el American Airlines Arena.

Por su parte Paul George y sus compañeros estarán más tiempo en la carretera. 12 salidas (siete, con más del 50% y cinco, con menos) y siete en el Bankers Life Fieldhouse (tres, más del 50% y cuatro, menos). Oklahoma, San Antonio, ambos en casa, Memphis y Chicago, fuera, serán las principales piedras en el camino.

Y entre todos esos partidos, los dos encuentros entre ambos. Uno en cada pabellón. El primero el 27 de marzo en Indianápolis y el segundo, el 12 de abril en Florida. Este puede certificar esa primera posición tan necesaria para ambas franquicias.