La cita era a las dos y media de la tarde, en el hotel Meliá Bilbao. Los intermediarios de la nueva corriente que se acaba de implantar en Miribilla citaron a los empleados y a la plantilla al completo para llevar a cabo una comida de confraternización y aclarar conceptos que acaben con la zozobra de estos dos meses y medio. No faltó nadie: el consejero delegado, Gorka Arrinda, al que se le reserva una parcela en la esfera deportiva más simbólica que otra cosa; el todavía presidente, Savovic; Salva Guardia, miembro de la Fundación; miembros del departamento de comunicación (José Manuel Monje y José Luis Blanco); el personal de oficina… Y por la parte que va a acceder al club asistieron todos los que durante este tiempo han establecido las conversaciones para el relevo en la cúpula, menos Carlos del Campo: se encontraban Curro Guzmán, Juan Elejalde y Javier Montoya. También estaba, claro, Iñaki Calvo, actual vicepresidente y figura fundamental en esta transición. De hecho, todo hace indicar que finalmente asumirá el cargo de presidente tras el nombramiento de un nuevo consejo. La etapa que se abre ahora será anunciada a los medios probablemente mañana. 

Lo principal en este momento es alcanzar liquidez, a través de una línea de crédito, para afrontar los pagos más urgentes: a la plantilla, la Seguridad Social, empleados y proveedores. Después se afrontarán deudas de épocas pasadas. Se busca un patrocinador principal que aporte en torno a medio millón y los nuevos rectores se han marcado dos metas claras: sanear las cuentas y empatizar con el entorno. “Es un proyecto de país que vamos a sacar adelante”, se enfatizó ayer. También se garantizó la solvencia al menos durante los próximos cuatro años. Se realizará un presupuesto realista, en torno a los tres millones y medio, y se buscarán otros tres o cuatro empresas para la esponsorización. Seguros Bilbao y Reta son compañeros de viaje que van a respaldar el proyecto con más fuerza, y Gescrap entrará de nuevo. La salida de Arrinda también abre las puertas de apoyo a Kutxabank. Los nuevos directivos agradecieron la paciencia de los jugadores y el resto de empleados en esta tortuosa travesía.